El Balonmano Gijón jugó ayer dos partidos muy diferentes. Una primera parte primorosa tanto en ataque como en defensa en la que arrolló al Carballal y una segunda en la que las gallegas las que fueron claramente superiores y sólo la gran diferencia lograda por las gijonesas en la primer mitad impidió que lograsen algo positivo.

Las de Manolo Díaz rozaron la perfección en los primeros 30 minutos con una férrea defensa, una excelente María Oliveros bajo palos y un ataque que superaba una y otra vez al conjunto gallego. Las diferencias fueron constantemente en aumento y al descanso se llegó con 11 goles de ventaja para el Balonmano Gijón. En esta primera mitad el Carballal sólo pudo anotar 6 goles y 4 de ellos fueron de penalti.

Sin embargo en la segunda parte todo cambió las locales empezaron a fallar ataque fáciles y a mostrarse menos contundentes en defensa y el rival se fue metiendo en el partido. Cierto es que nunca peligró la victoria, en un partido en el que la ventaja local llegó a ser de 12 goles, pero lo que pudo ser un plácido encuentro acabó complicándose y dejando un regusto amargo a los espectadores. El Balonmano Gijón lleva invicto al derbi local de la próxima semana en la que visita la cancha del Mavi NT que tampoco ha cedido ningún punto.