Entre otras cosas, negativas la mayoría últimamente, la UEFA tiene una curiosa vara de medir. La exhibición de banderas independentistas en el Camp Nou, en el partido frente al Bayer Leverkusen, le ha costado al Barcelona 40.000 euros, que se añaden a los 30.000 ya cobrados por el organismo futbolístico por la final de la Liga de Campeones de Berlín. Mientras, el Benfica tendrá que pagar 10.000 y el Atlético 20.000 por las bengalas que los seguidores portugueses colaron en el Vicente Calderón, una de las cuales alcanzó a un niño de tres años. Es decir, un artilugio potencialmente peligroso sale más barato que un símbolo inofensivo, mientras no se demuestre lo contrario. Porque, que se sepa, las esteladas no incitan a la violencia. El comité disciplinario de la UEFA aplica el artículo 16.2 de su reglamento y habla de "bandera inapropiada". Por esa misma regla de tres, el Celtic de Glasgow se expone a un correctivo si a sus aficionados se les ocurre mostrar una enseña escocesa en un partido de competición continental. Hace años que las esteladas conviven en el Camp Nou con las "senyeras", sin que la UEFA se hubiese dado por enterada hasta ahora, que no pasa ni una. ¿Simple coincidencia o tiene algo que ver con lo que se cuece en Cataluña?.