"Estamos tremendamente orgullosos y contentos de como están funcionando los jugadores, de su rendimiento e implicación; este es el camino a seguir". Son palabras del técnico del Avilés, Pablo Lago, un día después de la ajustada victoria (2-1) ante el Tineo. "Fue difícil porque ellos defienden muy bien y tienen peligro a la contra, pero nosotros hicimos un partido muy completo porque, aunque faltó precisión dentro del área, controlamos bien a sus delanteros e hicimos ocasiones para obtener un resultado abultado", añadió.

Una victoria gris pero "importantísima", recalca el técnico, con vistas al duelo de la máxima rivalidad del domingo (12.00 horas) en Ganzábal frente al Langreo.

Esta será la primera vez que Lago vuelva a Ganzábal después de conseguir el ascenso con los langreanos en la temporada 2013-2014, y espera un buen recibimiento de la grada para él y para los ahora jugadores blanquiazules Guillermo, Otero, y Nacho Méndez, que formaron parte de aquella histórica plantilla. "No se lo que harán, pero es un partido más que especial para todos porque vivimos allí un play off con una afición totalmente volcada y espero un buen recibimiento, pero en fútbol nunca se sabe". Y añadió: "Está claro que animarán a los suyos, pero me gustaría que reconocieran a los jugadores el trabajo y lo bien que lo han hecho esa temporada".

Lago manda un mensaje a la directiva langreana. "Si yo fuera presidente o estuviera en la directiva tendría un reconocimiento con la gente que le dio al club quizás los mejores momentos de los últimos 15 años. Estos jugadores han hecho historia en el Langreo y creo que merecen tener un gran reconocimiento porque es la primera vez que juegan allí desde que se fueron", señaló.

El técnico afirma que, por su parte, no hay cuentas pendientes a pesar de que el club ya le había buscado un sustituto (Redondo) antes de acabar el play off. "En absoluto hay nada. Creo que hemos tenido la suerte de conseguir algo histórico allí, hemos disfrutado muchísimo porque vivimos un play off de seis partidos en los que conseguimos llenar el Ganzábal con 4.000 personas, algo inviable a principios de temporada, y se logró un ascenso en el que nadie creía por el mínimo presupuesto que tuvimos. Todos lo recordaremos toda la vida".

El partido es muy especial, pero Lago solo piensa en ganar. "A eso vamos, a hacer bien las cosas para intentar ganar, como hacemos siempre. Nosotros no especulamos nunca porque en el fútbol hay que competir siempre para ganar, aunque al final no se consiga porque el juego es así".

El derbi es difícil para los dos equipos, y Lago señala que el terreno de juego va a marcar mucho su desarrollo. "Es un sintético de muchos años que no está bien y es difícil adaptarse; es uno de los campos más difíciles de la categoría". El técnico afirma que no miró en el calendario para ver cuando tocaba este partido, pero que siempre consideró al conjunto langreano como uno de los favoritos porque, recordó, "allí la exigencia es ser campeón".

El entrenador avilesino adelanta que no modificará nada del trabajo habitual a pesar de la entidad del rival, ahora quinto a nueve puntos de los líderes Caudal y Avilés. "La semana será como siempre, intentaremos mejorar lo que tenemos y seguiremos analizando donde podemos mejorar". Y añadió: "Nos preocuparán puntualmente pequeños detalles del rival, pero lo más importante es que nuestros jugadores estén bien, que mantengan la confianza, y seguir en esta línea".

El Langreo llega al derbi un poco descolgado y después de perder (2-1) en Tuilla, pero el técnico avilesino recuerda que cada partido es diferente. "Para ellos será importante ganar al Avilés porque hay mucha rivalidad y no creo que influya lo sucedido en Tuilla. Los dos equipos pensamos en el presente y el pasado no afecta a ninguno", concluyó.