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Otero: "Creo que merecía una salida mejor que la que tuve"

El que fuera central del Langreo, ahora en el Avilés, confiesa que "no me pareció justo que me dijesen que iba a seguir y luego que no"

Otero, durante un entrenamiento con el Real Avilés. IRMA COLLÍN

Iván Otero es todo un veterano de 38 años con casi una veintena de fútbol en sus piernas. El domingo regresará a Ganzábal para medirse al Langreo, equipo en el que militó las cinco últimas temporadas. El gijonés asegura que lo hace con "mucha ilusión", pero no oculta que "me dolió cómo fue mi salida el pasado verano". Eso sí, destaca que "en el Avilés he recobrado la ilusión" y prevé un partido "competido entre dos equipos que quieren ganar".

El central cuenta con una dilatada experiencia desde que en 1997 diera el salto al primer equipo del Sporting (1997-99), para pasar por Getafe (1999-2000), Sporting (2000-01), Ourense (2001-04), Zamora (2004-05), Logroñés CF (2005-06), Zamora (2006-07), Leonesa (2007-09), Zamora (2009-10), Ejea (2010) y Langreo (2010-15) hasta que este verano recaló en el Avilés. Su salida del cuadro azulgrana no fue todo lo agradable que el jugador hubiera deseado. El club primero anunció su renovación pero una semana más tarde se volvió para atrás dejándole libre. Otero es claro a este respecto: "Me hubiera gustado irme de otra forma. Creo que merecía una salida mejor; no que me digan que iba a continuar y que luego, una semana más tarde, se me diga lo contrario. Siempre dije que no quería ser un estorbo para el Langreo por eso si me lo llegan a decir de primeras no me hubiera sentado mal". Eso sí, el defensa confesó que "no siente rencor por nadie. El fútbol es así y lo acato pero sí que es cierto que me hubiera gustado irme de otra forma".

Con todo, el gijonés reconoce que "me quedo con lo bueno y con la gente que traté en los cinco años que estuve en el club. Eso es lo bueno y tengo muchas ganas que llegue el domingo para poder ver a los amigos que tengo en el Langreo". Aunque Otero recalcó que "no creo que puedan tener queja de mis años en el club porque siempre he dado todo en cada partido y en cada entrenamiento".

Otero se quiere quedar con lo "bueno" de sus cinco temporadas en el Nuevo Ganzábal pero si tiene que elegir un momento ese fue el ascenso de hace tres temporadas. "En lo deportivo fue lo mejor. Creo que el club se lo merecía. Fue una campaña dura y el 0-5 que nos metió el Tuilla resultó decisivo. Fue el punto de inflexión para darnos cuenta de lo que teníamos que hacer. A partir de ese momento el grupo se hizo fuerte y acabamos ascendiendo", relató un gijonés quien también tiene un mal recuerdo de ese curso. Pese a este éxito la directiva decidió no apostar por Pablo Lago como entrenador y en plena fase de ascenso ya había llegado a un acuerdo con José Antonio Redondo para que fuera el entrenador el próximo curso. El plantel ascendió y Lago no siguió. Para Otero "fue algo muy feo. Creo que se nos faltó al respeto tanto a la plantilla como al cuerpo técnico. No merecíamos ésto y menos después del gran trabajo que hizo el entrenador y sus ayudantes pero ahí nosotros no podíamos entrar pese a que dimos nuestra opinión".

Ahora Otero quiere pasar página "porque quiere quedarme con lo bueno. Cuando salió el calendario lo primero que miré fue cuándo nos tocaba jugar en el Ganzábal y tengo muchas ganas de que llegue el domingo para ver a toda la gente que aprecio y que siempre me mostró su cariño". El central aceptó la llamada de Pablo Lago el pasado verano porque "me imprimió confianza y he vuelto a recuperar la ilusión. Ojalá podamos repetir el éxito logrado en el Langreo"·

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