El francés Michel Platini, presidente de la UEFA suspendido provisionalmente del cargo por el Comité de Ética de la FIFA y uno de los siete precandidatos a las elecciones a la presidencia de ésta, se considera "la persona más capacitada" para dirigir el máximo organismo del fútbol mundial. En una entrevista publicada en el diario británico "Daily Telegraph", Platini asegura que luchará "hasta el final" para limpiar su nombre y ha insistido en que todo lo que ha conseguido hasta ahora lo ha hecho "desde la honestidad".

"Dicho desde la humildad, creo que soy la persona más capacitada para dirigir la FIFA", dijo Platini, que pugnará con Gianni Infantino, Jérôme Champagne, Ali Bin Al Hussein, Sheikh Salman bin Ebrahim Al Khalifa, Tokyo Sexwale y Musa Bility en las elecciones al máximo organismo del fútbol mundial, que se celebrarán el 26 de febrero del próximo año.

"Lo que está claro es que voy a ir hasta el final para defenderme. La gente quiere evitar que me presente a las elecciones porque saben que tengo muchas opciones de ganar. Tengo la impresión de que no quieren a un antiguo futbolista presidiendo la FIFA ni que el fútbol vuelva a manos de los jugadores", señala.

"Soy el único candidato que tiene una visión 360 grados de este deporte", continuó. "He sido jugador, entrenador de la selección nacional francesa, director del Nancy, organizador de una Copa del Mundo (Francia 98) y, a día de hoy, el presidente de la confederación más importante. Todo esto conseguido desde la honestidad".

"Conozco a todas las familias del fútbol y la sensibilidad y las preocupaciones de cada uno. Dicho desde la humildad, soy la persona más capacitada para dirigir el fútbol", afirma Platini, suspendido después de que la Fiscalía suiza le imputase por sospechas de gestión desleal tras cobrar de la FIFA dos millones de euros en 2011 por munos suuestos trabajos realizados entre 1999 y 2002. "Los dos millones son el equivalente de cuatro años de atrasos que la FIFA me debía cuando era el consejero especial del presidente. Esta sanción impide que luche por un fútbol más justo. Entorpece lo que de verdad está en juego en esta elección: el futuro del fútbol mundial", concluye.