El Real Avilés tiene por delante otro de los duelos importantes en sus aspiraciones al campeonato liguero, ante un Langreo que siempre está en la parte alta de la tabla. "Nos llega en un buen momento. Los dos equipos tenemos exigencias y, por lo menos yo lo sentí así cuando estuve allí, el Langreo quiere ganar la liga siempre, pero nosotros también", afirmó ayer Pablo Lago, entrenador del conjunto blanquiazul, que lleva ocho victorias consecutivas.
Más allá del resultado, el partido de mañana será un choque de los que hacen afición: "Es un partido bonito de jugar. Siempre es bonito este tipo de enfrentamientos directos entre equipos que quieren estar arriba y que tienen mucha historia detrás", sostiene. Además, para él y algunos jugadores del Avilés es un partido de recuerdos, un plus más para pelearlo: "Para nosotros quizás sea el partido más especial de la temporada, porque vivimos un play-off con una afición volcada llenando Ganzábal. De los últimos quince años quizás sea el momento más bonito que he vivido", señaló.
Sin embargo, los buenos recuerdos no valdrán mañana, porque el equipo avilesino va a por el partido. "Vamos a intentar mantener esa línea de mucha intensidad, mucho trabajo. Jugamos con mucha gente ofensiva, con gente que facilita el juego, que crea ocasiones y lo intentaremos aprovechar", sentenció el entrenador blanquiazul, que añade que el Avilés está haciendo muy buenos partidos fuera de casa.
Con todo, Pablo Lago sabe que el Langreo no pondrá las cosas fáciles: "Presionan muy bien con su gente de arriba. Son gente muy joven, muy dinámica que te roban rápido el balón, que te pueden crear mucho peligro y hay que estar muy concentrados para que no nos hagan daño a nuestra espalda y, después, a pelear los partidos como lo estamos haciendo", explicó.
Otro obstáculo con el que se encontraran los realavilesinos en su búsqueda de la novena victoria consecutiva es el terreno de juego: "El campo va a ser un factor determinante. Es un sintético con muchos años encima y grande, lo que condiciona mucho el juego. Ellos están de jugar allí, de competir, y el equipo de casa lo suele manejar muy bien. Tenemos que adaptarnos rápido", señaló el técnico. Y tampoco la grada ayudará: "Jugar en campos como el del Langreo es siempre difícil para los visitantes. La afición aprieta y tenemos que tener paciencia y centrarnos solamente en el juego y en hacer lo que sabemos hacer".
El Avilés jugará con una pareja de centrales inédita, Otero -ex del Langreo- y Nacho Fernández, ante la baja por sanción de Pantiga. "Pantiga tiene un gran rendimiento y estaba jugándolo todo. De todas formas viene bien ser pocos, en ese sentido, porque todo el mundo tiene minutos, todo el mundo está muy metido y seguro que habrá un buen rendimiento de la pareja de centrales a los que les toque salir", concluye Pablo Lago.
