El Lealtad continúa sin dar con la tecla a domicilio, donde cuenta por derrotas sus tres últimos partidos. Los goles de Nandi y Óskar Martín pusieron fin además a una racha de ocho meses sin perder por más de un gol lejos de Les Caleyes.

La puesta en escena del equipo asturiano en Tudela no fue mala. Salió a por su rival y lo maniató durante muchos minutos a través de una efectiva presión que anuló el juego de toque de los navarros, pero cuando el Tudelano tomó la batuta del encuentro ya no la soltó. En la primera llegada navarra vino el primer tanto. Porrón rechazó el cabezazo inicial de Chema Mato en un saque de esquina, pero el balón fue a caer a los pies de Nandi, que solo tuvo que empujarlo.

Hasta ese momento el Lealtad había sido muy superior en todas las facetas y lo siguió siendo hasta el ecuador del primer acto, pero cuando las fuerzas empezaron a fallar el Tudelano aprovechó para subirse a las barbas de los jugadores maliayeses. Los locales pudieron poner más tierra de por medio cuando Lobato tocó ligeramente el balón con la mano en el área y el colegiado no dudó en señalar el penalti, pero Porrón detuvo el lanzamiento de Arkaitz. La respuesta del Lealtad llegó a través de Espina, que se sacó de la chistera un impresionante disparo desde la frontal que a punto estuvo de sorprender a Pagola.

A la vuelta de vestuarios el lealtad cargó con todo. Lo hizo con el beneplácito del Tudelano, que tampoco se encontró incómodo jugando a mantener su renta. Javi Rozada movió su banquillo e introdujo a Álex por Álvaro en busca de algo de aire en la medular, pero la permuta no surtió efecto. La nota positiva del choque fue el posterior ingreso en el campo de Jorge Fernández tras siete meses sin jugar por lesión.

Eran los mejores minutos del Lealtad, pero en ese preciso instante llegó el segundo tanto del Tudelano, obra de Óskar Martín desde los once metros tras un protestado penalti por parte de la parroquia asturiana. Los últimos minutos ya fueron un querer y no poder del Lealtad, que nunca arrojó la toalla pero tampoco fue capaz de encontrar la vía del gol.