Ni la llegada de la jornada de la Liga de Campeones, iniciada ayer y continuada hoy, ha podido evitar que la pequeña comedia del Coliseum de Getafe siga de actualidad. El club madrileño ha filtrado unas fotografías en las que se observa cómo quedó el vestuario del Barcelona después del baile de disfraces de algunos jugadores, fotografías que dicen poco sobre el cuidado y la educación de los disfrazados. Horas después el entrenador azulgrana Luis Enrique se limitó a hacer bromas sobre los disfraces y a decir a los periodistas que si preguntaban sobre los hechos, no tomaran el micrófono. De la ironía al desafío a la UEFA. Las entidades independentistas quieren que el Camp Nou sea un mar de esteladas, algo que la UEFA sanciona con dureza. Barcelona vive días de desafíos, de disfraces y de culpar al enemigo exterior de cualquier cosa que no sea de su agrado. A la UEFA, pese a su crisis, no le tiembla el pulso.
El Atlético de Madrid, próximo rival de la chavalería de Abelardo, no deslumbró precisamente en su partido de primera hora de la tarde ante un Astana que se parece poco al equipo ciclista. El equipo de fútbol no es gran cosa precisamente. El Atlético tenía la disculpa del frío, del césped artificial, del largo viaje y de no se sabe qué más. No deslumbró, damas y caballeros, señoras y señores diputados. Eso no quiere decir que el domingo que viene vaya a ser un rival fácil para el Sporting. Al contrario, va a ser un rival de primer nivel porque es equipo de pierna recia, intenso y ambicioso.
El Sporting acudirá al Calderón con su habitual decisión, pero sabe que está ante uno de esos partidos cargados de trampas con los que se va a encontrar a lo largo de la temporada. Un partido parecido al reciente del Nuevo San Mamés. El equipo rojiblanco, que seguro que recurrirá al uniforme amarillo en la segunda visita del ejercicio a Madrid, está haciendo una temporada por encima de lo que se esperaba. Hay futbolistas que no tienen relevo, y no nos referimos al fenómeno croata que nos ha caído en suerte, pero hay otros que lo tienen o que pueden ser removidos por el gran timonel siempre que se atreva a mover ficha. No son días de dar nombres, Dios nos libre, pero los aficionados con capacidad de análisis frío de lo que está ofreciendo la chavalería abelardiana saben que hay zonas manifiestamente mejorables. Dicho sea con todo el respeto que merecen todos los profesionales que se visten estos días la camisola rojiblanca.
Así las cosas, el mismo día en el que la plantilla vuelve a los entrenamientos queda por esperar y ver los planes del gran timonel. Si pregunto, ¿molesto?: ¿volverá Nacho Cases al equipo inicial? ¿Con Mascarell y Sergio en la zona ancha o saldrá del equipo el canario? ¿Cuántos días le faltan a Sanabria para volver a entrenarse con normalidad con el resto de sus compañeros? En fin, son preguntas obligadas cuando llega uno de esos "partidos escaparate" por el escenario y por la ciudad donde se juega. A lo mejor en Madrid descubren a un Halilovic, propiedad, eso sí, del Barcelona de los disfraces. A lo mejor un día de estos conectamos el canal historia y recordamos el gol del llorado De Diego.
