El presidente del Marino, Luis Gallego, quiere agotar "hasta el último gramo de tiempo" para evitar el despido del técnico, Blas García. El conjunto luanquín es décimo con 15 puntos, a 18 del líder Caudal y a 10 del play off cuando solo se han disputado 12 jornadas. Unos números que no responden a las expectativas generadas después de formar una plantilla con jugadores que destacaron en categorías superiores para optar no solo al play off si no al título liguero, y que disgustan a la afición y al club.

"Es muy difícil que nuestra afición se queme, si siquiera lo hizo el año pasado a pesar de quedar los últimos con pocos puntos, pero en esta ocasión está pasando porque se siente totalmente defraudada", explicó el presidente.

Gallego tiene claro que en el fútbol mandan los resultados y los del Marino no son buenos, pero confía en que el sotobarquense sea capaz de enderezar el rumbo. "Yo siempre confié en él, por eso lo traje, pero es obvio que estamos en una mala trayectoria y una fatal dinámica", señaló.

El plazo de confianza está marcado por los puntos. El dirigente azulón domina los números y sabe que el equipo tiene que concluir la primera vuelta con 32-33 puntos para no perder el tren del play off. Y eso significa que tiene que sumar al menos 17 de los 21 puntos en juego en los siete próximos partidos, es decir el margen de error es de una derrota o dos empates. "Si llega ese momento tendré que buscar una solución porque el objetivo del Marino es meterse entre los cuatro primeros, en caso contrario sería el mayor fracaso en el historia del club". Y añadió: "Le voy a dar este margen porque creo que se lo merece, aunque estamos muy justos y al límite del tiempo. Tanto los técnicos como los jugadores lo saben y son ellos los que tienen que sacar esto adelante".

Al equipo se le avecina la parte más dura del calendario con rivales como el Tuilla, Avilés, Caudal y Ceares, además de la primera eliminatoria nacional de la Copa Federación con el Pontevedra, pero el presidente no quiere oír de rivales, "Si el equipo no respondió contra los en teoría inferiores, tendrá que dar la cara con los grandes porque el Marino no puede estar en mitad de la tabla. Y si no es así algo pasa porque la plantilla tiene suficiente calidad para ganar a cualquiera en Tercera, al margen de que se pueda tener un día malo puntualmente", concluyó Gallego.