El presidente del Marino, Luis Gallego, anunció que Blas García seguirá en el banquillo azulón mientras sea posible hacer 32 puntos en la primera vuelta (tiene que sumar al menos 17 de los 21 puntos que restan) y el técnico asume como "normales" sus palabras. "Es lógico que él hable desde el punto de vista del club ante una situación deportiva que es muy conocida. Esto es lo normal en el fútbol. Él está preocupado, como lo estamos todos, y defiende al club", precisó.

El técnico afirma que no se siente más presionado por las condiciones impuestas por el presidente para su continuidad. "No me afecta para nada porque la presión la tenemos todos desde el primer día, sobre todo yo que soy el máximo responsable deportivo y el que más se juega este año. Yo se a lo que vine al Marino y creo que ninguno de los que estamos dentro vinimos para estar décimos a estas alturas. Vinimos todos para poner al Marino donde se merece, que es la liguilla de ascenso y optar a subir a Segunda B, que es la categoría que le corresponde a este club".

Blas afirma que la mala situación deportiva no le resta ilusión por el proyecto. "Si no tuviese ilusión, si no supiese que se puede lograr el objetivo y si no tuviese total confianza en esta plantilla ya estaría en casa, eso lo tengo muy claro". Y añadió: "Ahora parece imposible pensarlo, pero esta plantilla puede hacer rachas de ocho, diez o quince partidos ganados. Y seguro que la va a hacer. Ojalá que sea pronto para que sea conmigo pero la va a hacer, fijo".

El técnico avilesino adelanta que no va a arrojar la toalla y que siempre cumplió sus objetivos deportivos. "Tuve épocas en Tercera en las que me habían descendido en octubre, en noviembre o en diciembre y siempre libré. Ahora estoy en la situación contraria porque todo el mundo dice que el Marino no va a estar en liguilla y yo sigo diciendo que si, y que ojalá sea conmigo en el banquillo". El tiempo apremia y el margen de fallo fijado por el presidente es limitado, pero el técnico no se rinde. "El margen de maniobra será el que tenga que ser y ahí el presidente está más que acertado porque el Marino tiene que estar en la liguilla y va a estar, seguro", insistió.

La reacción tiene que ser inmediata, por eso Blas solo piensa en ganar el domingo al Mosconia (16.00 horas) en Miramar. "Mi objetivo, como cada semana, es hacer que los jugadores rindan al máximo nivel para ganar el domingo, y después el siguiente. Está muy claro que hay que ir día a día y morir en el siguiente partido para ganar, pero eso fue así desdeque empezó la temporada".

Los jugadores tienen la palabra en el campo y el técnico afirma que se siente "absolutamente respaldado" por el vestuario. "Estaría preocupado si no los viese trabajar como lo hacen día a día y afrontar los partidos con confianza para intentar ganar, pero veo las ganas que tienen antes de cada partido. Por eso la derrota nos hace mucho daño, porque enfrentamos los partidos con todo el ánimo y responsabilidad".

Y es que el técnico no tiene ni ngún motivo de reproche hacia el trabajo de sus jugadores. "Todos vinieron para hacer un buen año y estoy seguro de que todos están muy jodidos, como el presidente y como yo". Y concluyó: "Todos estamos con la necesidad de ganar partidos para cumplir los objetivos que nos trajeron aquí, que es para ser más protagonistas en la categoría y estar en el puesto que entendemos que nos corresponde, aunque la temporada nos colocará donde tenga que ser. Yo estoy convencido de que nos corresponde estar entre los cuatro primeros y en 38 jornadas lo vamos a conseguir; eso no me lo quita nadie de la cabeza, y a mi plantilla creo que tampoco".