La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los goles llegan cuando se van los arietes

La superioridad en el juego de España ante Inglaterra no estuvo acompañada por el remate porque la fórmula de los dos delanteros centro, Diego Costa y Alcácer, no le dio resultado a Del Bosque, que cada día que pasa toma más decisiones basadas en componendas que en análisis serenos de fútbol. Cuando a la hora de partido el seleccionador español retiró a Diego Costa para que entrara el asturiano Juan Mata, confirmó que el experimento no estaba funcionando. Los dos delanteros, por mucho que uno caiga a las bandas, es un error, lo haga Agamenón o su porquero. "El juego está muy bien, pero hay que marcar gol", clamaba José Antonio Camacho, de nuevo comentarista televisivo, que no es mal oficio a falta de un sitio en un banquillo, futbolístico se entiende. Pronto le hizo caso Mario Gaspar, el lateral del Villarreal de Marcelino, que hizo el gol de su vida. Un golazo ante un rival que no es el mejor de su larga historia, pero que resultó estimable. El gol que no tuvieron los dos arietes lo tuvo el discípulo del gran Marcelino, renovado hasta 2019. No hay entrenador en España con contrato hasta ese año. Y el Villarreal no regala los puestos. Le digo a usted, señor de guardia.

Mario Gaspar fue uno de los hombres del partido, como lo fue Nolito, que sustituyó en el entreacto a Iniesta. El céltico vive los mejores días de su vida. Ahora mismo es uno de los mejores delanteros del país. Del Bosque terminó el partido sin ninguno de los dos arietes en el campo y con la llegada de los goles. Si el primero fue un golazo, el segundo fue una muestra de la exquisitez que maneja el asturiano Cazorla.

España perdió pronto a Thiago, a quien cada golpe en sus rodillas le obliga a irse y al descanso se retiró Iniesta por aquello de cuidar los intereses azulgranas en las vísperas del clásico. Normal, porque la selección tuvo anoche más color azulgrana que nunca. A más azulgrana, menos blanca porque escasean los españoles en un Real Madrid con un presidente cursi en palabras del director de cine Martínez-Lázaro, sin duda crecido por los éxitos de sus "Ocho apellidos vascos". A ver si los catalanes, que están a punto de estreno, repiten el éxito.

La España de Del Bosque ha podido, por fin, con una selección de nivel en un amistoso. Atrás quedan las decepciones post-Mundial y por delante queda Bélgica, un gran rival que espera en Bruselas el martes que viene. Un partido que necesitará cambios a la vista del calendario que llega y del necesario reparto de minutos entre los seleccionados.

En territorios más cercanos, los rojiblancos, el gran timonel ha tomado la palabra y ha cerrado el caso. "Roma locuta, causa...". La causa general de Dani Ndi se ha quedado en nada, que quien manda, manda. Un buen momento para mantener las buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: "Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?". Pues, eso, damas y caballeros. Y el que tenga oídos para entender, que entienda, que seguro que no.

Quedan pendientes los dos partidos internacionales de España, la sub-21 de Meré, que se verá con el mago de Croacia, y la absoluta. Pasado mañana los equipos se meten en harina para el regreso de la Liga. En el horizonte aparece un Levante al que es necesario ganar.

Compartir el artículo

stats