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Fondo Norte

"La Marsellesa" más universal en Wembley

Del Bosque defendía la celebración del partido ante Bélgica para dar imagen de normalidad

A un minuto del final del Croacia-España sub-21, Halilovic se sacó de la manga un gran zurdazo y estrelló el balón en el larguero. De haber sido gol, hubiera sido el empate, pese a que España se puso por delante con tres goles de ventaja. Pero se fue complicando el partido hasta el punto de que Halilovic y los suyos estrecharon el marcador hasta un dos a tres, que no fue empate a tres porque Croacia, en la misma jugada, mandó dos balones a la madera, el de Halilovic y uno previo. Halilovic fue uno de los hombres del partido, volcado de nuevo en la banda derecha. Jorge Meré, que salió en la última media hora, no tuvo su mejor noche: cometió un penalti y fue expulsado. Los dos sportinguistas tienen margen para el descanso y estar a punto el domingo cuando al mediodía llegue el Levante al Anfield del Piles.

El martes, por lo demás, fue un martes de suspensiones. Incluso en Bélgica (ya saben, esto no es Bélgica aunque haya sido martes), donde de madrugada se supo que el partido de los belgas y españoles quedaba suspendido por razones de seguridad. Había cosas en el entorno del estadio de Bruselas que no gustaban a la Policía belga. España regresaba a casa por la mañana; los jugadores callaron y el seleccionador apostaba por haber jugado el partido para dar sensación de normalidad.

Normalidad que no puede dejar clara Hannover, donde también se anuló el amistoso entre Alemania y Holanda. Un paquete sospechoso provocó la petición policial de que los espectadores que habían llegado con tiempo de sobra abandonaran el estadio, que se cerró a los que quedaban por llegar. Total, que la normalidad sólo se mantuvo en Londres, donde Inglaterra y Francia vivieron unos prolegómenos llenos de emoción y, por qué no decirlo, valentía. "La Marsellesa" más universal de la historia se pudo seguir en toda Europa. En España, por La 1 de TVE, que ha sido la cadena con más reflejos en toda secuencia de horror y dolor. El de Wembley, damas y caballeros, señoras y señores diputados, fue algo más que un partido. Fue una muestra de grandeza, más allá de lo que pasó en el juego.

Como dice un clásico del mundo rojiblanco, el clásico del sábado, valga la redundancia, es el aperitivo del Sporting-Levante del mediodía del domingo. Al margen de las cuestiones de seguridad, inevitables en estas jornadas, ha trascendido que los jugadores del Real Madrid van a pedir a Rafa Benítez que se olvide el dichoso equilibrio y que apueste por un equipo al ataque ante nada menos que el líder, que sí contará con Messi. ¿Cómo se sabe que jugará Messi? Porque la marca de sus botas anuncia que el sábado presentará el nuevo modelo que llevará el argentino. Las botas son las botas y la pela es la pela.

La cuestión rojiblanca es distinta. No hay botas que presentar, pero hay puntos vitales en juego. Las buenas costumbres, siempre; si pregunto, ¿molesto?: ¿qué jugador de los que han estado lesionados podrá reaparecer contra el rival valenciano? Aunque no lo parezca, es cuestión de enorme relieve en una plantilla corta de efectivos. Tan corta, que Rachid ha tenido que ser llamado a filas por la obligada ausencia de Sergio. A ver la evolución de los acontecimientos.

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