La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las bajas dejan al Avilés al límite de efectivos

Marcos Torres recae y Lago no sabrá hasta mañana con quiénes podrá contar ante el Urraca

Marcos Torres, con el balón, y Nacho Méndez. RICARDO SOLÍS

"Hasta el sábado no sabré con qué jugadores podré contar para el partido contra el Urraca". La queja del técnico del Avilés, Pablo Lago, refleja la situación de mínimos que vive el equipo blanquiazul las dos últimas semanas y que no tiene visos de mejorar porque el club no tiene previsto reforzarse al menos hasta el próximo mes de diciembre.

Los buenos resultados tapan las deficiencias de una escasa plantilla (17 efectivos), pero la realidad es que Lago tuvo que arreglarse la pasada semana en Noreña con un solo cambio de garantías (Josín) porque en el banquillo estaban dos lesionados (Pantiga y Juanma) y a un juvenil (César) además de Guillermo, el portero del filial.

Son dos semanas consecutivas de espera porque el técnico no tiene suficientes jugadores para cumplir el plan de trabajo previsto. "Lo único que intentamos es recuperar a los jugadores que compitieron para el partido siguiente porque el trabajo entre semana es ahora de recuperación, no se puede hacer más", explica el entrenador avilesino.

Y los números le dan la razón. El miércoles tenía a seis futbolistas de campo en Miranda y ayer eran diez en el Suárez Puerta contando a Wily, el reciente fichaje para el filial, más Dudi y Matías, que el miércoles estuvieron con la selección asturiana de Xiel.

Las expectativas para el domingo son inciertas. La peor noticia es que Marcos Torres se resintió ayer y es baja casi segura ante el Urraca. El gallego entró en el grupo el miércoles con mucha precaución y superó el entrenamiento después de seis semanas parado por una rotura en el adductor izquierdo, pero ayer volvió a sentir dolor y tiene difícil jugar, aunque hay que esperar al sábado para ver la evolución.

La participación de Nacho Fernández también está en el aire porque ayer sufrió un proceso febril que le impidió entrenar. Y Nacho Méndez tampoco entrenó porque sigue con molestias en el adductor izquierdo. Las pruebas médicas que realizó en la clínica Previtalia muestran que no hay rotura, pero el jugador tiene dolor y hay que esperar su evolución.

El resto de tocados sigue igual. Jorge Rodríguez, con molestias en el adductor izquierdo y Otero, también con molestias musculares, no completaron el entrenamiento por precaución; Juanma no mejora de los problemas que arrastra en el pubis desde hace casi dos meses; y Pantiga aún tendrá otra semana para superar el esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha. El capitán tiene dolor al golpear y la idea es que pueda jugar dentro de dos semanas contra el Marino en Luanco. Borja Noval es baja por una rotura en el sóleo de la pierna izquierda, y vuelve el goleador Cristian, ausente por sanción en Noreña.

Compartir el artículo

stats