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"Un sueño cumplido"

El central juvenil Santa, de 18 años, debutó con el primer equipo en el Suárez Puerta sin haberse entrenado nunca con Pablo Lago

El joven Santa, en el Suárez Puerta. RICARDO SOLÍS

El central Jaime Santamarta Berciano, Santa, avilesino de 18 años y 1.80 de estatura, vivió el pasado domingo su gran sueño deportivo al debutar en el once del primer equipo blanquiazul contra el Urraca en el Suárez Puerta (1-0), un campo muy familiar para él porque vive justo enfrente (calle Fernando Morán) y ve algunos partidos desde casa.

Santa es juvenil de último año y siempre estuvo en la escuela de La Toba, donde también se formó su hermano, el portero Santa, que acabó fichando por el Raíces. "Me hubiera gustado que hubiera sido antes pero mi sueño está cumplido y para mi es un paso muy importante como futbolista", comentó tras el partido.

El sueño empezó a gestarse el sábado. Al concluir el partido que jugó con el juvenil ante el Caudal (5-0) en La Toba, le avisaron de que tenía que presentarse el domingo en el Suárez Puerta en previsión de que faltara Nacho Fernández, con fiebre durante toda la semana. La sorpresa fue que no solo no estaba Nacho Fernández, si no que Otero tampoco pudo jugar y el técnico, Pablo Lago, le mandó calentar y lo incluyó en el once con Ibón como compañero en el centro de la zaga, a pesar de que nunca entrenó con el equipo. "Cuando el míster me dijo que iba jugar me puse algo nervioso, pero a medida que pasaba el tiempo se me fueron quitando los nervios", explicó tras el partido.

Una vez en el campo todo fue sobre ruedas, a pesar de que reconoce que "se nota bastante" el cambio de categoría. "Ibón me ayudó mucho, me indicaba lo que tenía que hacer y Guillermo también estaba muy pendiente y no dejó de animarme durante todo el partido. Todos los compañeros se portaron muy bien y me dijeron que había hecho un partidazo".

Él también acabó contento con su trabajo. "Creo que hice un buen partido a pesar de que el campo no estaba bien, se resbalaba bastante y había que estar muy concentrado".

El joven central acabó "un poco cansado" porque fueron dos partidos completos seguidos y por los nervios, aunque, precisó, "no me importa, es lo que toca", pero sobre todo está muy contento por el debut y por una victoria, recordó, "muy importante para el equipo, que va muy bien y esperemos que pueda subir".

El pitido final abrió un mundo de sensaciones contradictorias para el joven jugador. "Fue un poco de liberación para no sufrir tanto, pero también un poco de pena porque se acabara tan rápido un partido tan señalado".

El sueño ya pasó y el joven jugador es consciente de que a pesar de haber estado bien es muy probable que no vuelva a ir convocado. "Es lógico que no vuelva si se recuperan los titulares, pero yo estoy contento porque he demostrado que en caso de necesidad estoy ahí con muchas ganas de echar una mano". Y concluyó: "Me encantaría repetir, incluso el domingo en Luanco porque ya me quité los nervios y no tengo miedo ninguno, a pesar de ser un partido difícil de rivalidad".

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