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Los amigos del gol

La complicidad personal de Messi, Luis Suárez y Neymar ha convertido al Barcelona en una máquina ofensiva

Luis Suárez, Neymar y Messi celebran un gol frente a la Real Sociedad. EFE

A los ocho minutos del segundo tiempo, un centro Mathieu rematado por Neymar sentenciaba el partido frente a la Real Sociedad (3-0). El brasileño ya había estrenado el marcador y su colega Luis Suárez firmado el segundo antes del descanso, en una repetición de lo que lleva ocurriendo en el Barcelona en los últimos dos meses. Así que, con más de media hora por delante, Suárez y Neymar se olvidaron de seguir engordando su cuenta goleadora para invitar a Messi a la fiesta. No pararon hasta que en el minuto 89, tras una pared entre ellos, Neymar encontró a Leo solo en el segundo palo. Todo el Camp Nou lo celebró y especialmente los tres sudamericanos, los amigos del gol.

"Con el partido resuelto buscan difrutar todos, me parece bien", declaró Luis Enrique cuando le preguntaron por lo evidente. "Tienen tanta complicidad que si no marcan los tres la fiesta no es completa para ellos". En contra de los pronósticos más pesimistas, alguno de una voz tan autorizada como la de Johan Cruyff, Neymar y Messi no tardaron en establecer una conexión muy especial, siempre a partir del reconocimiento del brasileño de la posición dominante del argentino. La llegada de Luis Suárez completó una delantera de lujo en lo futbolístico y un trío que se compenetra a la perfección en lo futbolístico y en lo humano.

El tridente, a partir de un cambio de posiciones entre Messi y Suárez tras el terremoto de Anoeta, fue decisivo en la triunfal recta final de la pasada temporada, que se saldó con los tres títulos en disputa. Su protagonismo es tan grande que, con Messi por encima del bien y del mal, para Luis Enrique empezó a ser un problema dejar en el banquillo o sustituir a Suárez y Neymar, lo que provocó el pasado verano la salida de Pedro, un futbolista fundamental en el ciclo ganador del Barça.

Ni siquiera la lesión de Messi ha frenado la productividad del tridente. Luis Suárez y Neymar guardaron de maravilla su ausencia, hasta mostrar unos números apabullante: la MSN ha conseguido 125 de los 160 goles que lleva el Barcelona en 2015, lo que ni siquiera está al alcance de equipos con tanto potencial como el Madrid, que con los dos de ayer en Éibar suma 112 en el año natural. Los estudiosos ya empiezan a buscar comparLa aciones entre el tridente azulgrana y otros que hicieron historia, como el que formaron Puskas, Di Stéfano y Gento (dos Copas de Europa con el Madrid) o el de Jairzinho, Pelé y Rivelino, que cantaron 15 goles en el Mundial de México-70.

La presencia de sus dos compañeros y amigos ha llevado a Messi a modificar su papel en el equipo. El argentino se preocupa ahora más de armar el juego y dar pases de gol a Neymar y Suárez, que encabezan la clasificación del "Pichichi" con 14 y 12 dianas, respectivamente. Messi, máximo goleador histórico del Barcelona y de la Liga, no se obsesiona con la puerta contraria. Hasta que, empujado por sus amigos y por el barcelonismo, se ofrece para completar la fiesta del Camp Nou.

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