El Marino logró una importante victoria el domingo en el derbi comarcal al Avilés (1-0), un triunfo que permite a los azulones mantener sus aspiraciones de luchar por el play off de ascenso. Y el gol llegó en el último minuto, como había pedido en la previa el técnico, Blas García, al que no sorprendió el desarrollo del encuentro. "Era un partido complicado, sabíamos que iba a ser trabado y que el que primero acertase iba a tener mucho ganado".

El entrenador azulón dice que la clave estuvo en dos jugadas previas al gol de Omar Sampedro. "Una fue en la primera parte para nosotros porque ellos la sacan debajo de la raya, y la otra la del penalti del segundo tiempo que ellos fallaron y que nos ayudó mucho porque estaba claro que el que primero marcara se iba a llevar el partido".

La jugada del penalti marcó un antes y un después, en opinión de Blas García. "Yo creo que a partir de ahí y hasta el final lo llevamos mejor nosotros. No se si por ambición o por necesidad, pero buscamos más la victoria porque la clasificación nos aprieta y no nos queda otra que ganar puesto que tenemos muy poco margen de maniobra y encontramos el premio al final". Lo más positivo, añade el técnico, es que "de una vez por todas ganamos al aprovechar una fallo del rival".

Un triunfo importante que el equipo azulón saboreó poco. "Las disfrutamos poco tiempo e incluso con poca intensidad para lo que debería de ser una victoria ante el Avilés porque sabemos de nuestra necesidad de ganar y de seguir ganando. No hay otra", explicó Blas García.

Vuelve la Copa Federación. El equipo luanquín deja aparcada la Liga con buenas sensaciones para centrarse en el partido de la primera eliminatoria nacional de la Copa Federación que disputará mañana jueves (20.30 horas) contra el Pontevedra (Segunda B) en Pasarón. "Es una eliminatoria atractiva por el campo, por la ciudad y por la historia del rival. Todo merece la pena para tratar de dar lo máximo de cada uno de nosotros, como cada día que salimos para defender la camiseta del club, que se lo merece", comentó el técnico.

El equipo gallego es favorito, pero Blas García advierte de que el Marino dará guerra. "Nunca salimos derrotados, al menos mientras yo esté de entrenador, y vamos a Pontevedra con la ilusión de hacerlo bien y traer un resultado que nos permita defender la eliminatoria en casa porque la intención es pasar ronda".

Uno de los objetivos será ver a los jugadores con menos minutos, que tendrán la ocasión de demostrar que están para competir. "La Liga es el objetivo, pero la Copa nos vendría bien para dar minutos a los que menos juegan, fomentar la competencia interna y tener yo la seguridad de saber que el que juegue lo va a hacer bien", señaló Blas.

El técnico pierde a Omar Sampedro por sanción, a Ricky por motivos de trabajo, y Geni que está tocado en un tendón y en una rodilla. "Geni hizo el domingo otro servicio fabuloso al equipo porque jugó todo el partido y necesita descansar. Vamos a cuidarlo aprovechando el parón del fin de semana", concluyó.