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Baloncesto

Swing que estás en los cielos

Los 42 puntos del alero del Unión Financiera son la séptima mayor anotación de la LEB Oro

Swing que estás en los cielos

La actuación de Jordan Swing el sábado en Pumarín se ha convertido en una de las más brillantes de la historia de la LEB Oro. El alero estadounidense, debutante en la categoría, llevó al Unión Financiera a la victoria (98-95) frente al Leyma Coruña en una noche que quedará grabada en la memoria de los espectadores que asistieron a la cita en el pabellón ovetense. Los 42 puntos del jugador de Alabama son la séptima mayor anotación de la historia de la LEB Oro. Una historia que comienza en la temporada 96-97.

La de Jordan Swing es una trayectoria extraña. Procedente del humilde Lakeside Lightnings de la segunda categoría australiana, nada hacía presagiar una irrupción tan brillante en una liga que suele ser complicada para los debutantes. La de anteayer fue la mejor actuación de Swing, pero el alero ya se había convertido antes en un referente del equipo. Su mayor virtud es la increíble facilidad que tiene para anotar, con un 55% de acierto en triples. Pero también es capaz de hace otras cosas. De hecho, la ausencia de un segundo base en el equipo por la lesión de Javi Marín le ha obligado a subir el balón en muchos partidos. También es capaz de entrar a canasta con habilidad. Un jugador completo que ya es el tercer máximo anotador de la liga, con una media de 18,5 puntos por partido, por detrás de Richi Guillen (22) y Óliver Arteaga (18,7).

Pero lo del sábado dejó atrás todo lo anterior. Swing registró el récord de anotación (42) y de valoración (48) de la temporada con una secuencia de lanzamientos triples estratosférica: ocho aciertos en nueve intentos. Desde la línea de tiros libres estuvo infalible, con ocho aciertos en ocho intentos. Una actuación que redondeó cogiendo seis rebotes y dando cuatro asistencias.

A la hora de repartir los méritos, Swing no tiene ninguna duda. Jugador de una gran fe religiosa, nada más terminar el encuentro colgó el siguiente mensaje en su cuenta personal de Twitter: "Toda la gloria para Dios". Tanto la afición al baloncesto como las creencias le vienen de su padre, Rick Swing, que jugó una temporada en la NBA, en los Cavaliers de Cleveland, antes de dejarlo todo para enrolarse en Atletas en Acción, una organización cristiana que se dedica a jugar y a predicar la palabra de Dios. En la actualidad, Rick Swing es pastor de una iglesia.

Jordan siguió el ejemplo de su padre y en el verano de 2013 fue seleccionada para esta organización que une deporte y religión. Con Atletas en Acción estuvo en Lituania, entre otros lugares. La siguiente temporada, la 2013-14, jugó su última campaña en la NCAA en el equipo de la Universidad de Alabama Birmingham. Después llegó la experiencia en Australia y esta campaña ha irrumpido por la puerta grande en España jugando en Oviedo en el Unión Financiera.

Swing, nacido el 31 de diciembre de 1990 y con 2 metros de estatura, tiene toda una temporada por delante para agrandar aún más su impacto en la liga y para dar en el futuro un paso más allá y llegar a la ACB. Con actuaciones como la que protagonizó el sábado no le van a faltar ofertas. De momento tratará de seguir ayudando al Unión Financiera a completar una campaña que ha comenzado muy bien, con siete victorias y cuatro derrotas. Y encima, con Swing en el equipo, los ovetenses tienen el cielo de su parte.

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