El Avilés saborea los 39 puntos que figuran en su casillero de segundo clasificado cuando aún restan tres jornadas para concluir la primera vuelta y el técnico, Pablo Lago, reitera que "es para estar muy satisfechos porque era algo totalmente inesperado por como comenzó este proyecto".

La reflexión sobre el excelente rendimiento del equipo en la primera vuelta llegó tras la victoria (3-0) ante el Astur, un partido que el técnico blanquiazul definió como "quizás el más atípico de los que jugamos en lo que va de temporada porque transcurrió siempre en el campo contrario, algo que no es habitual", explicó.

La primera parte contra el conjunto ovetense fue espesa en general, pero el técnico dice que todo cambió pasada la media hora con el cambio de posición de Nacho Méndez, de la banda derecha a la media punta. "A partir de ahí conseguimos atascar la salida de balón del Astur, ellos dejaron de tener el balón y nosotros pasamos a tener más fluidez", explicó. La conclusión es que hay que trabajar mucho los partidos porque, "en Tercera son todos distintos, y eso te obliga a veces a modificar la idea de la que partes en función de las circunstancias".

El técnico del Astur, Andrés Hernández, definió al Avilés como "un equipo que juega a tener poco el balón y a jugar muy largo sobre los puntas y la gente de banda, que tienen calidad y que en el uno contra uno pueden marcar en un despiste de la defensa contraria". Una apreciación con la que no está de acuerdo Lago. "Si no quisiésemos el balón esperaríamos en nuestro campo y el partido se jugó en el campo contrario porque no paramos de buscarlo y querer robarlo". Y añadió: "Está claro que nosotros queremos el balón, sobre todo en casa porque en el Suárez Puerta esta temporada nunca nos replegamos esperando al rival".

El técnico ya piensa en el partido del próximo domingo (12.00 horas) en El Frontón contra el Gijón Industrial, un colista que se crece en casa aprovechando las características del campo. "Es un partido para trabajarlo sin prisa, con paciencia y consistencia porque está claro que la calidad acaba saliendo y nosotros tenemos mucha calidad para intentar sumar otros tres puntos que harían muy buena la primera vuelta".

El técnico avilesino tuvo ante el Astur un banquillo de lujo con Jorge Fidalgo, Juanma, Matías, Luismi, e Ibón en la grada cuando hace un par de semanas tuvo que llamar a los juveniles Santa y César por falta de efectivos. "Tener este banquillo es buenísimo para el equipo porque está caro jugar y esa competitividad obliga a todos a rendir un pelín más y estar enchufados". Y concluyó: "Cuando están todos tenemos un gran once y cambios muy buenos, y lo que buscamos es mantener eso sin lesiones lo más posible porque seguro que va a subir el rendimiento del equipo".