Pasan las ediciones y cada año la Copa Burn de Freestyle sorprende a todos los presentes. El Palacio de los Deportes de Gijón vivió un espectáculo difícil de olvidar gracias al alto nivel de los participantes, encabezados por José "El Loco" Miralles, que fue el vencedor final tras mantener un apasionante pulso ante el francés Rémi Bizouard, tricampeón del mundo y ganador de esta prueba en 2012 por delante de Miralles. El catalán, que logró su octavo triunfo en Gijón, se tomó así la revancha ante los 5.000 aficionados que abarrotaron el Palacio de los Deportes en una competición que contó con la colaboración de LA NUEVA ESPAÑA.

El duelo entre Miralles y Bizouard no fue el único atractivo de un espectáculo sobre dos ruedas cargado de adrenalina y con un inconfundible olor a gasolina que pronto contagia al público de una atmósfera especial. Se apagan las luces, suena la música, rugen los motores y comienza la emoción de dos horas de aventura y motor.

Para abrir boca, los participantes -Edu García, Raúl Lerena, Xavi "Jabato" Dols, Bizouard y Miralles- afrontaron la prueba de salto de altura con todas las miradas puestas en "El Loco", que llegaba a Gijón tras batir el récord mundial en esta disciplina en Bulgaria. Los 10 metros eran la meta a superar por el catalán, que quería deleitar a un público asturiano siempre entregado a sus piruetas. El espectáculo no defraudó y Miralles logró alcanzar su objetivo poniendo el listón en el punto más alto posible. Récord cumplido para el piloto español al sacarle el máximo jugo a la KTM. Solo le resistió el tirón Dols, que se quedó un metro más abajo que el de Sabadell.

Los rugidos de las motos iban a la par junto a los entregados aficionados que calentaron sus particulares motores con las plegadas, en las que Miralles, con un 9.6 de puntuación, superó a Bizouard, que logró un 9.0. Los pilotos se ganaron un merecido respiro con el descanso, en el que se presentó a un nuevo equipo local, el "Principado Moto Team" en el que militan el gijonés Adrián Fernández y los avilesinos Isidro y Dylan Robles. También recibieron su homenaje los medallistas en los distintos campeonatos nacionales: Rodrigo Merchán, Borja Llosa y Pablo Gutiérrez.

Fue una pausa que no bajó el pulso de los presentes con un espectáculo de música y baile que sirvió de antesala a la descarga de adrenalina que llegarían con las rondas de Freestyle en la que cada piloto dispuso de cinco saltos. Los protagonistas fueron subiendo su grado de dificultad a medida que avanzaban los trucos. El triunfo estaba en juego, partiendo Miralles con ventaja gracias a las dos primeras pruebas, en las que resultó vencedor.

La "ola" del público irrumpió antes de que Bizouard, triple campeón del mundo de la especialidad, comenzase su ronda. Un espectacular "tsunami" o un "nine o'clock" bien marcado ponían el listón muy alto al obtener una puntuación de 9.4. Sin embargo, José Miralles, con tres "backflits" consecutivos logró subir la nota hasta el 9.6 que le otorgaban unos valiosos puntos de cara al triunfo final.

Con la victoria prácticamente en su bolsillo, el "best-trick" fue el mejor caramelo para los aficionados, que pudieron ver cómo Bizouard, como si de un mago se tratase, comenzó a sacarse de la chistera sus mejores trucos con un "backflit tsunami" que logró poner en pie al público del Palacio de los Deportes. El francés demostró su enorme categoría logrando un 9.7 insuperable para Miralles. Al final, el carrusel, con todos los pilotos saliendo de manera consecutiva, puso el colofón final a casi dos horas de puro espectáculo, piruetas y gran emoción que ensalzaron por octava vez en Gijón a Miralles.

En la competición no pudo tomar parte Leonardo Fini, que en los ensayos de la mañana sufrió una dura caída que le mantuvo dos minutos inconsciente. El italiano no pudo subirse a la moto para mostrar el "California Roll", uno de los trucos reservados a las grandes estrellas internacionales. Pese a tener que guardar reposo, saltó a la pista vestido de calle y recibió el caluroso aplauso de los asistentes, al tiempo que el piloto aprovechaba la ocasión para lanzar un mensaje a los seguidores y aseguró que "vendré el próximo año". Una baja sensible que no empañó el show de un Miralles desatado.