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Culé moyáu

Tres pequeños seres

Ciento ochenta goles, la mayoría firmados por tres tipos que muchos decían que iban a mezclar tan mal como el vino tinto y el ron, como Clint Eastwood y una película de romanos, como el Egeo y la niebla de Londres, como el Sahara y el conde Drácula, como el Hombre Invisible y un desfile de moda, como los ovnis y la astrofísica o como Elvis Presley y el canto gregoriano. Pues no. Messi, Neymar y Suárez, el trío que convierte a la BBC en una cadena local especializada en programas de tarot, han mezclado tan bien que han llevado al Barça a batir el récord de goles en un año natural. Los tres mejores delanteros del mundo no forman necesariamente la mejor delantera del mundo, pero en el caso de estos tres futbolistas eso es precisamente lo que ha sucedido. El Barça tiene la mejor delantera del mundo porque Messi, Neymar y Suárez han entendido una de las innumerables lecciones que nos ofrece la película "Casablanca".

Gracias a "Casablanca" sabemos que los problemas de tres pequeños seres importan poco en este loco mundo, y Messi, Neymar y Suárez comprendieron desde el minuto uno de su relación que si los problemas sentimentales de Rick, Ilsa y Victor importan poco en el loco mundo en el que vivían, mucho menos importan los problemas de jerarquía, mando, influencia o sueldo en este loco mundo del fútbol. La generosidad de los delanteros del Barça se parece mucho al sacrificio final de Rick en el aeropuerto de Casablanca, y el resultado ha sido el mismo: formar parte de la mitología del fútbol como Rick, Ilsa y Victor son parte de la mejor mitología del cine. Los culés estamos contentos porque podemos decir, como dijo Rick pero sin la amargura del momento en que la frase le salió del alma, que de todos los cafés del mundo este fantástico trío de futbolistas tuvo que elegir el nuestro. Ilsa se presentó en el café de Rick del brazo de Victor, y Suárez se presentó en el Barça del brazo de Neymar para, como diría Cruyff, ponernos la gallina de piel al ver cómo el Barça celebraba cinco títulos, batía el récord de goles del Madrid y terminaba el año como líder. No está mal, si tenemos en cuenta que los problemas de tres pequeños seres casi siempre importan más que este loco mundo.

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