Cuatro días después de vivir un intenso derbi liguero en Cornellà-El Prat, Barcelona y Espanyol se vuelven a ver las caras, esta vez en el Camp Nou y en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, donde los blanquiazules intentarán aplicar la misma receta que tan buenos resultados les dio el pasado sábado.

El derbi contará en esta ocasión con dos nuevos protagonistas. El entrenador barcelonista, Luis Enrique, ha confirmado que Arda Turan y Aleix Vidal debutarán hoy y lo más probable es que sean titulares. "Arda puede jugar de interior o abierto en banda y Aleix de lateral, de interior o como jugador de banda también", precisó el asturiano.

El Barcelona tiene la baja del centrocampista Sergi Roberto, que acabó el último derbi con un golpe en el cuádriceps y es baja para esta noche. El objetivo del Barça es igualar la agresividad mostrada por los españolistas y mejorar su efectividad de cara a puerta.

Mientras, el Espanyol llega a este partido enganchado a la receta de Constanstin Galca: "Debemos ser un equipo intenso. Es importante para nosotros poder tener el balón cuanto antes". Sobre las quejas barcelonistas por la dureza de sus jugadores, el técnico rumano señaló que "vi un partido con mucha intensidad y nada más. Fue un encuentro perfecto porque no hubo ningún expulsado. Cada uno tiene su opinión y es libre de decirla, pero no creo que todo esto pueda condicionar a los colegiados".

Luis Enrique está convencido de que hoy se verá un encuentro totalmente distinto y discrepó de quienes piensan que su equipo sucumbió ante la agresividad españolista en Cornellà-El Prat. "Después de revisarlo otra vez, considero que hicimos un muy buen partido. Tuvimos seis o siete ocasiones muy claras de gol, pese a que el rival hizo un partido defensivo muy completo. Esto no significa que no haya cosa a mejorar y a rectificar".

En cualquier caso, Luis Enrique no ha querido entrar a valorar si, en algunas fases del choque, el Espanyol se mostró más que agresivo, violento, amparado en la supuesta permisividad arbitral. "No lo valoré en caliente, tras el empate, cuando tenía unas ganas de hablar que me moría, no lo voy a hacer ahora, que estoy aquí súper relajado, en víspera del Día de Reyes", ha indicado.

El reto para el Espanyol, viendo los antecedentes en el coliseo azulgrana, es mayúsculo. Las últimas seis visitas de los blanquiazules han acabado con derrota y en una única ocasión los visitantes han visto puerta. La victoria más reciente se produjo en la temporada 2008-09, por 1-2.