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Zidane gana como los demás

La pegada de Bale (3) y Benzema (2) marca la diferencia entre el Madrid de siempre y un Deportivo negado en las dos áreas

Zidane saluda a Bale tras sustituirlo por Jesé. SUSANA VERA / REUTERS

Mario D. BRAÑA

Isco por James y Carvajal por Danilo. En estos dos cambios se resume el relevo en el banquillo del Real Madrid. Con sólo tres entrenamientos tampoco se podía esperar mucho del estreno de Zidane como entrenador del primer equipo. Más que en el juego, el resultado señaló la diferencia de pegada entre el Madrid y el Deportivo. Bale las metió todas y Lucas Pérez, el artillero del Deportivo, no dio ni una a derechas. La posesión estuvo bastante pareja (56 por ciento para el Madrid) y Keylor Navas hizo más paradas que Germán Lux. Así que, a la espera de futuras referencias, el Madrid de Zidane ganó como el de Mourinho, el de Ancelotti o el de Benítez, por la brillantez de sus estrellas. Ni siquiera necesitó al mejor Cristiano Ronaldo, incapaz de embocar ni uno de sus diez remates.

Dos córners, dos llegadas por banda de toda la vida y el gol añadido de Benzema con el tiempo casi cumplido. Así ganó el Madrid, que jugó un poco más suelto que con Rafa Benítez y, fundamentalmente, se aprovechó de la inocencia del Deportivo en las dos áreas. Zidane dibujó el clásico 4-3-3, con Isco como matiz diferencial. Mientras que en defensa guardaba su posición en la izquierda, el malagueño tuvo libertad para descolgarse hacia la media punta y aprovechar su calidad para el pase definitivo.

Por no cambiar, Zidane ni siquiera tocó una de las aportaciones de la "era Benítez": Bale, Benzema y Cristiano intercambiaron continuamente su posición. La BBC siguió desentendiéndose de las labores defensivas y el Madrid, salvo en momentos puntuales, no presionó la salida del balón del Deportivo. Así que, a fuerza de agrupar hasta cinco jugadores en el centro del campo, Víctor Sánchez del Amo logró desactivar la presumible salida en tromba blanca.

Todo es más fácil si Lucas Pérez falla su primer mano a mano con Keylor Navas y cuatro minutos después un córner mal defendido acaba con un taconazo de Benzema en el área pequeña. Y en la segunda llegada local, un buen centro de Carvajal culmina con un cabezazo cruzado de Bale. Quizá por los nuevos tiempos, o por ese 2-0 tempranero, el Madrid reprimió su insinto contragolpeador para amasar el balón a la espera de algún agujero en el engranaje del rival.

Aunque al descanso el balance de remates estaba casi igualado (9-8), el Madrid estuvo cerca del tercero en un cabezazo al palo de Cristiano Ronaldo. Fue como una premonición porque no hubo manera de que el portugués dejase su huella en un día tan señalado. Sí tuvo presencia y, además de inquietar varias veces a Lux, dio el pase del tercer gol, que dejó al Depor sin respuesta. Aún llegó un cuarto, al cabecear Bale un córner muy bien tocado por Kroos, lo que permitió a Zidane lanzar un guiño a dos damnificados de Benítez: James y Jesé.

El Depor siguió jugando bien y rematando fatal, mientras Cristiano culminó la noche con un fallo que permitió a Benzema dedicarle el "jorobu" a Zidane, que devolvió la sonrisa al Bernabéu con una goleada terapéutica.

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