La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Futbolista del Langreo

Michu: "No recuerdo mi último partido sin dolor"

"Soy del Oviedo y me gustaría volver; veremos a qué nivel puedo llegar"

Arriba, Michu, ayer, en la plaza de la Catedral. A la izquierda, en una acción en el partido del pasado domingo ante el Lugones. NACHO OREJAS

Oviedo, Nacho AZPARREN

Miguel Pérez Cuesta (Oviedo, 1986) se toma todo con filosofía. Ha aprendido a simplificar las cosas. Desde hace 14 meses, los que ha estado apartado de los campos, convive con dolor. Tres operaciones de tobillo y diferentes tratamientos no han servido para recuperar del todo el cartílago, y ahora, en su vuelta a empezar, ha aceptado que el dolor está ahí, que no tiene previsto esfumarse. Se fija en modelos motivadores ("Nadal siempre comenta que se ha acostumbrado a competir con dolor") y traza su propio camino. Siempre ha sido así. Tipo impulsivo, sus decisiones no siempre son entendidas: rechazó en su momento al Sporting por sentimiento, y ahora ha descartado ofertas jugosas para elegir Langreo. El camino está marcado: Langreo, mientras persista el dolor, competir, probarse, elevar el nivel? ¿Y en junio? Ésa ya es otra historia. Una historia que tiene al Real Oviedo de fondo, su club de cuna, al que espera regresar si se recupera.

-¿Qué sensaciones tiene tras los dos primeros partidos?

-Bastante buenas. Llevaba seis meses entrenando y sólo me quedaba competir. Estoy contento con el rendimiento, pero sé que debo ir a más.

-¿Como lleva el regreso?

-Con bastantes nervios, la verdad. Antes de jugar ante el Cova, me costó dormir. Llevaba tiempo sin competir y estaba nervioso. Me llamó la atención a mí mismo. Uno busca competir, porque yo soy competitivo, no puedo vivir sin esto y tenía ganas.

-¿Le duele el tobillo?

-Hay una molestia que no remite. Siempre está ahí y tengo que aceptarlo. Me fijo en Nadal, por ejemplo, que dice que se ha acostumbrado a competir con dolor. O en Van Persie, que lo hace con el tobillo tocado. No recuerdo mi último partido sin dolor. Tengo que aprender a convivir con molestias.

-¿Recuerda el primer momento en el que siente dolor en el tobillo?

-Perfectamente. Fue en Swansea. Debuté con la selección en octubre de 2013 y un mes después sufro un esguince en el tobillo izquierdo. Nada extraño, hasta ahí todo normal. Pero cuando estoy recuperándome, un día noto algo raro en el pie derecho, al bajar de una máquina de gravedad. Lo tenía muy dolorido.

-El 28 de diciembre de 2013 se opera en Oporto?

-Pensé "pierdo unos meses, pero la temporada que viene vuelvo como nuevo". Regreso a los campos en marzo, pero siempre con molestias. Decido parar. En mayo acaba la temporada y me dicen que con el verano parará el dolor. Pero no sucede así.

-Debe de dar rabia que la lesión llegue justo después de ser internacional.

-Un mes después, cuando jugué contra Bielorrusia, no tenía dolores.

-¿Qué recuerdo le deja este partido con España? Porque salió algo cabreado?

-Era un partido complicado y no me salió bien. Un futbolista sabe, cuando sale del campo, si no estuvo bien. Y no lo estuve. Jugaban con cinco atrás, no era sencillo para un delantero. No me esperaba jugar de titular, fue una sorpresa. Y una experiencia genial.

-Después de aquello, ¿le vuelven a llamar de la Federación para ver cómo está?

-Sí. En noviembre había dos amistosos ante Guinea y Sudáfrica y me llamó el doctor Cota para preguntarme qué tal. Estaba recuperándome del esguince.

-¿Y después?

-Después no. Bueno, Del Bosque sí que me ha escrito alguna vez para mandarme un mensaje de ánimo. Recientemente me escribió para desearme suerte con el Langreo. Es una gran persona.

-Es con el Nápoles, en un partido ante el Young Boys, suizo cuando dice basta.

-Ahí ya estoy limitado por los dolores y estábamos jugando en un césped sintético. Benítez me cambia en el minuto 60 y me dice que no lo estaba haciendo mal, pero las molestias me condicionan: llego unas décimas tarde a las acciones, los giros cuestan, la batida no es igual, tardo un poco más en arrancar? No desentonas, pero no compites a tu máximo nivel. Es frustrante.

-¿Qué le dice entonces Benítez?

-Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia él. Se portó de maravilla.

-Por cierto, ¿qué le pareció el paso de Benítez por el Madrid?

-Es un entrenador que consigue títulos, sólo hay que mirar su currículum. Estoy de acuerdo con él cuando dice que las valoraciones hay que hacerlas al final de temporada. Creo que hubiera hecho un buen año con el Madrid. Puedes estar de acuerdo o no con sus planteamientos, pero es el entrenador que más vi currar en un equipo. Salía todos los días de la ciudad deportiva a las tantas. Le mandé un mensaje tras la destitución y me dio las gracias.

-Tras la cesión al Nápoles, vuelve al Swansea.

-No, ni vuelvo. Ellos sabían que estaba en plena recuperación porque en septiembre me volví a operar en Vitoria. Siempre les estaré agradecido por su trato.

-¿Desde el verano, tiene clara la opción de Langreo?

-No, había muchas opciones. Quería rescindir y probar qué tal estaba. El Swansea podía traspasarme, incluso. Hubo un día en el que pensé que tenía que ser honrado conmigo mismo. No quería ir a un club y que pensaran que tenía un nivel y luego no lo pudiera demostrar. No quería que me pasara lo del Nápoles.

-Su nombre sonó en España e Inglaterra.

-El Aston Villa estuvo interesado, también el Rayo.

-Y le llamó el Oviedo?

-Me transmitieron que tenía las puertas del club abiertas, les estoy muy agradecido. Hablé con Carmelo (Del Pozo) y Joaquín (Del Olmo), y me transmiten mucho cariño. Soy del Oviedo y me gustaría volver algún día. Veremos a qué nivel puedo llegar.

-Finalmente, se decide por el Langreo.

-Fue decisión mía. Hubo gente que no quería. Me decían "¿cómo vas a hacer eso?" Pero ahora estoy muy contento.

-Siempre se ha movido por impulsos?

-Sí, es verdad (risas). Estoy en mi casa, con mi familia y amigos. Hernán agradece que llegue un futbolista que pueda ayudarle, pero, como hermano, quiere verme al más alto nivel. Lo bueno es que mi padre se ahorrará gasolina para verme jugar (risas)?

-¿Qué tiene Langreo que no tenga otro destino?

-En mi carrera deportiva, ya son 10 años, es el mejor vestuario que he visto nunca. Es el equipo del que más amigos me voy a llevar.

-¿Existe la posibilidad de que todo vaya realmente bien y que encuentre otro equipo en el mercado de invierno?

-Ojalá me encuentre perfectamente, pero hay una molestia que lleva mucho tiempo, 14 meses. No creo que se quite. Si tengo esta molestia, no me planteo moverme de Langreo. Quiero saber a qué nivel puedo llegar ahora. Ver en qué categoría puedo competir. En junio, ya veremos.

-¿Qué es más importante ahora: el tobillo o la cabeza?

-Va a ser un trabajo mental. El dolor está ahí, es difícil que se vaya. Y eso que creo que tengo el umbral del dolor bastante alto.

-Ya se ha visto la clásica celebración de la mano a la oreja. Aquello empieza en Granada.

-Había jugado el play-off de ascenso el año anterior con el Celta y fallé un penalti en la tanda. Llegué con el Rayo y todos me recordaban aquel penalti. Cuando marqué, hice el gesto de Luca Toni de forma instintiva. Y lo adopté. Cuando te provocan, luego marcas y la gente no tiene nada qué decir.

-Y ahora, ¿qué significado tiene para usted ese gesto?

-Es rutina. En Lugones, después de la mano a la oreja hay un gesto de rabia, de apretar el puño. Tenía muchas ganas? ¡Llevaba mucho tiempo sin celebrar! Marcar es la mejor sensación que se puede tener en un campo.

-¿Objetivos para esta campaña?

-Meternos en play-off y lograr el ascenso. Personalmente, intentar subir el nivel, ver cuál es el máximo que puedo alcanzar de aquí a junio. Si el Langreo asciende, será un gran año.

-¿Qué le parece la temporada del Oviedo?

-Genial. Ya el año pasado estuvieron impresionantes, recuerdo la celebración con mis amigos en la plaza de América. Más no se les podía pedir. Nos quitamos una presión gigante. Este año están arriba. Al principio tenían más problemas en defensa, ahora lo han corregido. Tienen de las mejores plantillas de Segunda y arriba marcan la diferencia.

-¿Ve opciones de ascenso?

-El lugar del Oviedo tampoco es Segunda, es Primera. Creo que puede ser un equipo como el Villarreal, asentado en Primera y con opciones arriba. Es difícil ascender y no conviene meter presión a la plantilla. Que disfruten de Segunda, mejor que vayan de tapados.

-¿Qué le cuenta su amigo Cervero?

-Que va muy bien la cosa. Que hay un vestuario buenísimo, están todos con la causa. Mi experiencia me dice que con un buen vestuario, es todo mas fácil.

-¿Se ve con la camiseta azul?

-Ojalá. Son 14 años en ese equipo, el 90% de las cosas que sé hacer en un campo de fútbol las aprendí en El Requexón.

-Un deseo para 2016.

-Varios. Un deseo personal: que se vaya el dolor. Colectivo: que ascienda el Langreo. Y ya, de paso, que asciendan los otros 3 asturianos a Segunda B, se mantengan Lealtad y Sporting B, y que el Oviedo ascienda. Y que el Sporting se mantenga, también, y así vemos un derbi en Primera.

-¿Se ve en un derbi?

-¿Por qué no? Me haría mucha ilusión jugarlo. Hace muchos años que no se da. Y Asturias tiene capacidad para tener dos equipos en Primera.

Compartir el artículo

stats