El Balonmano Gijón tuvo una plácida vuelta a la liga ya que superó sin apenas despeinarse a un Camargo que ocupa la última clasificación por deméritos propios.

Las cántabras apenas aguantaron un par de minutos aunque también hay que reconocer que no tuvieron suerte porque en el inicio del partido estrellaron varios balones en los postes. En las filas locales destacó la joven central Miriam Cortina que estuvo muy activa en defensa lo que provocó numerosos errores de las rivales y también efectiva en ataque. A los pocos minutos se pudo comprobar la diferencia de potencial entre ambos equipos y la ventaja gijonesa fue paulatinamente en aumento. Si no fue mayor al descanso fue porque Manolo Díaz rotó mucho a las jugadoras y durante unos minutos el marcador apenas se movió.

En la segunda parte el juego no cambió, con muchos errores de las cántabras o robos de las gijoneses que acababan en fáciles contraataques contra los que la portera del Camargo, de las más destacadas de su equipo.