Peugeot ha confirmado este jueves el abandono definitivo de Carlos Sainz del Rally Dakar tras el problema mecánico que le dejó fuera de la carrera este miércoles.

El madrileño sufrió una avería en la pieza que se ubica entre la caja de cambios y el motor durante la décima etapa que le hizo perder todas sus opciones en la prueba, un día después de asumir el liderato de coches y obligarle a su quinto abandono en esta prueba de aventura.

En el kilómetro 213, apenas a 31 de la nueva meta el madrileño detuvo su ilusión y truncó su sueño de repetir aquel lejano título de 2010.

Como aquel abandono en la primera edición sudamericana del Dakar 2009 con Volkswagen, Sainz enterró su suerte en el camino a La Rioja, en una historia que luego se repitió en las últimas cuatro presentaciones en esta exigente competición.

En aquella ocasión su auto se cayó por un barranco de cuatro metros en el kilómetro 79 de la especial y su copiloto, Michel Perin, resultó herido en un omóplato.

En esa oportunidad ambos tuvieron que ser evacuados en helicóptero al bivac de Fiambalá, mientras que ahora un camión de asistencia fue el encargado de remolcar hasta La Rioja al Peugeot y todas las esperanzas truncas del madrileño y su copiloto catalán.

La jornada, marcada por el comienzo de la novedosa partida denominada 'Súper Fiambalá', incluyó un problema tras otro para Carlos Sainz y Lucas Cruz, ya que además de este serio desperfecto mecánico, previamente el binomio español había perdido un punto de paso, había sufrido un pinchazo y había quedado clavado en la arena.

Después de dos triunfos consecutivos de etapa y trepar a la punta de la general, el Peugeot DKR2008 del español de 53 años puso un punto final al sueño del bicampeón mundial de Rallies (1990 y 1992).

En el cuaderno de recuerdos quedarán el desperfecto mecánico en la segunda etapa que lo había retrasado en 14 minutos y medio, los tres segundos puestos en dobletes o tripletes de Peugeot, los dos triunfos de etapa en Salta y Belén, la ratificación de su diversión y las miles de horas invertidas para transformar aquel experimental vehículo del año pasado en este competitivo prototipo que todavía sueña con el triunfo de la mano de Peterhansel.

El propio Sainz, con experiencia de sobra, fue uno de los pocos que pidió premura en la etapa de descanso de Salta cuando los tres Peugeot copaban el podio y el Dakar tenía ese aroma tan francés.

"Todavía queda mucha carrera por delante y los próximos tres días serán muy complicados y el Dakar se jugará allí. Es probable que alguno quede fuera de carrera", habían sido las palabras de Sainz antes de la reanudación de la carrera en Salta.

Lo que nunca imaginó el madrileño es que dentro de ese último grupo de vehículos estuviera también su suerte. Esa que le es esquiva y que marca cuatro abandonos en sus últimas cuatro participaciones.

Price se mantiene líder de motos

El eslovaco Stefan Svitko (KTM) recortó este miércoles en 5:47 minutos la desventaja con respecto al líder, Toby Price (KTM), al imponerse en la etapa maratón del Dakar, aunque el australiano, que acabó tercero, se mantiene como líder en la clasificación general de motos.

El eslovaco sumó su primer triunfo de etapa en esta edición del Dakar, mientras que su escolta de este miércoles fue el argentino Kevin Benavides (Honda), segundo a 2:54 minutos.

"Ha sido una jornada importante. Al haber sufrido ayer la moto con el calor, no he querido pisarle mucho. También he tenido mucho cuidado con la navegación. Me han alcanzado dos pilotos, pero no puedo quejarme pues ha sido una buena etapa. Ahora puedo concentrarme un poco más en defender, ya no tengo necesidad de atacar, como lo hice ayer, para ganar tiempo", sostuvo Price.

Tras esta jornada, y con tres etapas por delante para acabar la carrera, Price mantiene una diferencia de 23:12 minutos sobre Svitko y 34:15 minutos sobre el portugués Paulo Gonçalves (Honda), que hoy arribó en el cuarto lugar.

La gran lucha es por la cuarta plaza de la general con tres aspirantes: el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), el francés Antoine Meo (KTM) y el argentino Kevin Benavides (Honda).

"Ha sido una buena etapa. Me he caído pero por suerte ha sido una caída sin consecuencias. El recorrido era difícil, había mucha navegación y la crecida de los ríos por las lluvias planteaba muchas dificultades. También había mucho barro, algo infrecuente aquí. Las dunas estaban húmedas y muy blandas, así que visto lo visto estoy contento con cómo me ha ido la etapa", afirmó Benavides.

"No ha sido un buen día. He intentado recuperar tiempo, pero cuando he llegado al avituallamiento de gasolina tenía la rueda trasera dañada. La he reparado de aquella manera y a partir de entonces me ha resultado imposible atacar", expresó Quintanilla.

La décima etapa, que unió las ciudades argentinas de Belén y La Rioja, fue recortada nuevamente por la crecida de los ríos, y redujo su especial a 244 sobre los 278 kilómetros previstos.

Entre los quads, el vencedor de la etapa fue el sudafricano Brian Baragwanath, por delante de los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli, los tres con Yamaha.

De esta manera, Marcos continúa como líder de la clasificación general con 1:32 minutos de ventaja sobre su hermano Alejandro, en esta edición que marca el regreso de los Patronelli al Dakar.