Andrés Miso mostró en el primer cuarto todo lo que tenía que ofrecer el Unión Financiera en ataque durante el partido que perdió ante el Cocinas.com, un equipo que llegaba colista a Pumarín y que sale reforzado de la pista ovetense. Si hace dos semanas el Huesca aumentaba aquí su racha positiva, ayer el equipo de Logroño cortó la suya negativa. Los dos acabaron ganando sin demasiados apuros. Lo nunca visto en el polideportivo de Pumarín.

Lo cierto es que el Unión Financiera ofreció ayer una imagen más digna que el despropósito que perpetraron ante el Peñas Huesca. Pero, entre el desacierto exterior -6 de 32 en lanzamientos triples- y la firme negativa de los árbitros a pitar nada de lo que sucediera debajo de cualquiera de los dos aros, la derrota fue inevitable. Y es que mientras los lanzamientos locales se iban fuera uno detrás de otro, Ruiz de Galarreta se encargaba de ajusticiar al equipo ovetense en el otro aro.

Algo falla cuando un equipo anota en el primer cuarto 26 puntos y en el resto del partido 33 más. Se las prometía felices el equipo ovetense tras los diez primeros minutos. Los de Carles Marco pararon el ímpetu inicial del Cocinas.com y lo hicieron sobre todo por la aparición de Andrés Miso. El madrileño saltó a la pista con mando en plaza y su acierto empujó al equipo hacia una ventaja y un marcador que hacían difícil pensar en el desenlace que siguió el partido.

Cuatro triples en siete intentos anotó el Unión Financiera en los diez primeros minutos. Después lo intentaría 25 veces más y sólo acertaría en dos ocasiones. Uno de ellos de Diego Sánchez en los buenos y escaso minutos que el gijonés tuvo en el segundo cuarto. En seis minutos consiguió cinco puntos y aportó energía al equipo antes de volver a ocupar su asiento en el banquillo hasta el final del encuentro.

Con la velocidad con la que una botella de gaseosa agitada pierde las burbujas se fue desinflando el Unión Financiera. La renta de seis puntos del principio se esfumó a 2.05 minutos para que llegara el descanso (40-40). Aún tuvo tiempo el equipo riojano de aumentar la renta y irse al vestuario seis arriba (40-46).

Quedaban veinte minutos de juego y al Unión Financiera sólo le faltaban 19 puntos por meter. Tras el descanso, Cocinas.com salió con el cuchillo entre los dientes y dispuesto a no perder por enésima vez un partido ajustado. Y lo de Marco se lo permitieron. A 4.23 del final del tercer periodo el entrenador local pidió un tiempo muerto para frenar la sangría (42-54). La elaboración en ataque dejaba mucho que desear y la sana intención de meterle balones a Trist debajo del aro chocó ayer con la excesiva violencia que los colegiados permitieron bajo los aros.

Tampoco le acompañó la suerte al equipo de Oviedo a partir de entonces. Tuvieron tiros para meterse en el partido y que hubieran levantado aún más a una afición que siempre estuvo con el equipo. Pero los fallaron todos y así es muy complicado apelar a la épica. Los jugadores lo dejaron todo en la pista, pero ayer faltaron los puntos del que todos saben.