El 3 de octubre, el Ceares lograba el triunfo ante el Siero. Desde entonces, han pasado cuatro largos meses en el que los gijoneses no han sido capaces de volver a celebrar una victoria en su feudo. Una dinámica que intentará cambiar ante el Mosconia pese a las ausencias de los lesionados Aitor, Beni, Jimmy y Hugo Álvarez.

El conjunto que dirige Iñaki Eraña, que tampoco sabe lo que es celebrar un triunfo en casa desde que se sentase en el banquillo teyero, rescató un punto en el último suspiro en su visita el pasado fin de semana ante el Oviedo B, un punto que sumó algo más que en lo meramente clasificatorio ya que también ha reforzado la moral de los teyeros. "Demostramos que podemos competir con cualquier y que jugando de la forma que estamos proponiendo pueden llegar los resultados", asegura el técnico.

Al Ceares le está costando más de lo previsto vencer en su feudo, donde era uno de los conjuntos más fiables durante la pasada temporada y en el arranque de esta. "No tenemos que obsesionarnos con ganar en casa, pero sí es cierto que estamos con ganas de conseguirlo", analiza Eraña. Hasta el momento, el Ceares no ha encontrado la manera de conseguirlo, sin desmerecer a los méritos de los equipos rivales que han pasado por el césped cearista. El técnico no quiere que las piernas de los suyos pesen más de lo necesario y les quita cualquier tipo de presión innecesaria, pero el Ceares pide a gritos un triunfo en casa. Ya toca.