Tras la dolorosa derrota cosechada la pasada jornada en los últimos instantes del encuentro frente al Pinto, el Cronistar recibía al Ademar leonés con la misión de transformar las buenas sensaciones transmitidas en los últimos encuentros en puntos balsámicos. Y lo logró a base de saber sufrir para remontar el encuentro en el tramo final. Dos puntos de oro que alimentan la ilusión del equipo.

Comenzaron fríos los de Falo Méndez, superados por un Ademar fluido y acertado en ataque, inexpugnable en defensa y con su portero Javier Gonzalez desbaratando una tras otra las ocasiones de una delantera ovetense superada. El panorama era desolador. Con un marcador en contra de 3-10 en el minuto 17:36, el técnico local decidió poner fin a la sangría solicitando a la mesa un tiempo muerto que, a la postre, resultó balsámico ya que, con un parcial de 7-2 tras el receso, el Cronistar cerró la primera parte dentro del partido (10-12), un hecho por el que nadie podía apostar pocos minutos atrás.

La segunda parte comenzó con el Cronistar enchufado, intenso, con una defensa que quiso unirse a la fiesta y con Juan Suárez empeñado en barrer todo lo que pasaba por su portería. Fueron minutos tensos en los que primaban los errores por uno y otro bando. Cinco minutos se pasaron Cronistar y Ademar sin anotar. La tensión era máxima y el intercambio de goles constante: mínimas ventajas leonesas, empates... hasta que el cuadro local lograba ponerse en el minuto 56:11 por primera vez al frente en el marcador gracias a un gol de Juan Echevarría (22-21).

La sombra de la derrota por la mínima volvió a sobrevolar Vallobín cuando, faltando poco menos de dos minutos para el final y con un gol de ventaja para los locales, la pareja arbitral decidió excluir a Victor Mon. Los ovetenses tenían que afrontar el decisivo tramo final en inferioridad. Pero esta vez la suerte no fue esquiva con los carbayones. La férrea defensa local y los goles de César Sánchez y Pablo Díaz fueron la aportación que el Cronistar necesitaba para llevarse los dos puntos y dar un paso más para lograr el objetivo de la permanencia.