El Mosconia sumó un valioso triunfo en su visita a La Cruz que le permite tomar distancia con la zona de descenso y mantiene la mala racha de los gijoneses en casa, donde no ganan desde el pasado mes de octubre. Omar, Polo y Castiello hicieron los goles de un conjunto visitante que supo sacar partido a sus contracolpes y a la debilidad defensiva de un Ceares que sólo apuró a su rival durante la última media hora de juego. Los moscones se sitúan ya a siete puntos de la zona de descenso, mientras que los de Eraña siguen en la mitad de la tabla clasificatoria.

La visita del Mosconia a La Cruz propició el regreso de varios excearistas. Entre ellos, Nacho Cabo. El técnico mostró un planteamiento más cauto que el del Ceares, con Agustín como pivote por delante de la defensa para apuntalar la zaga, y Polo como único delantero. La idea de esperar al rival y aprovechar los contragolpes acabó siendo clave ante las dudas que arrastran los gijoneses en su fútbol.

Davo evitó, al cuarto de hora, el primer gol al resolver un mano a mano con Omar que ejercía como aviso del sufrimiento de la zaga del Ceares con los balones a la espalda. Los locales sólo alcanzaban a generar ataques aislados que terminaban en el incesante pique de Ponte y Marcos Iglesias con Castiello, central del Mosconia. Duelos en los que la afición local pidió, hasta en tres ocasiones, penalti. El peligro seguía llegando en los eléctricos ataques del Mosconia, culminados al filo del descanso. En esta ocasión, Omar acertó con la portería al rematar un balón que Polo le dejó en bandeja.

La segunda parte se inició con la entrada de Chus Naves por Miguel en el Ceares y un nuevo gol moscón. Polo, otro excearista, cruzó de cabeza un medido centro desde la izquierda que enterraba las esperanzas de La Cruz. Pareció reaccionar, sin embargo, el equipo de Eraña con un tanto de Marcos Iglesias, al aprovechar el único balón largo que perdonó el centro de la zaga moscona. Tardó poco en sentenciar Castiello, a la salida de un córner, que remachó tras una gran parada de Davo y una concatenación de malos despejes locales.