El Langreo continúa con su racha. El equipo dirigido por Hernán Pérez sumó ayer su décima victoria consecutiva frente a un Marino de Luanco que plantó cara sobre el sintético de Ganzábal. Sin embargo, los destellos de calidad del conjunto azulgrana, al inicio de la segunda mitad, sirvieron para desequilibrar el choque.

El partido se presumía equilibrado, puesto que el cuadro luanquín también llegaba en una buena dinámica al encuentro de Ganzábal. En la primera mitad ambos conjuntos se mostraron respeto. La posesión de balón la puso el Langreo, además de una fuerte presión defensiva que le permitía robar el balón en el campo contrario. Sin embargo, las ocasiones más claras fueron para los luanquinos. Un lanzamiento de falta de Samuel, que obligó a intervenir a Adrián Torre y un disparo de Omar Sampedro, que taponó la defensa local, fueron los dos acercamientos más claros. Por parte del Langreo, faltó el último pase en sus llegadas.

En la segunda mitad todo cambió. El Langreo metió una marcha más al partido y Michu se estrenó como goleador en Ganzábal. El ovetense colocó en la escuadra un buen centro de Luis Nuño desde la banda izquierda. Michu encañonó y batió a Davo con un tanto de calidad que desequilibraba el encuentro.

A raíz del tanto el Langreo mejoró. Apenas tres minutos después del primer gol, Luis Nuño fuerza un penalti que Pablo Acebal se encargaría de transformar. Con el segundo gol azulgrana, los locales siguieron desplegando un gran fútbol, pero al Marino le costaba llegar. Sin embargo, los de Blas García pudieron recortar distancias gracias un saque de esquina. Pablo Acebal sacó el balón sobre la línea de gol. Mediada la segunda mitad, los luanquinos reclamaron un penalti por un derribo a Geni, cuando Joaquín Peña había taponado un disparo del atacante visitante.

El Langreo se mostró más cómodo a medida que transcurrían los minutos. El Marino lo intentaba, pero solamente conseguía acercarse a las inmediaciones de Adrián Torre a balón parado.

El recién entrado Carlos Viesca pudo marcar el tercer gol local, pero su disparo, con un contragolpe dirigido por Luis Nuño, se marchó elevado. También Michu pudo sellar su doblete. El ovetense, tras un buen robo sobre un futbolista del Marino, vio adelantado a Davo. Su volea se fue ligeramente elevada.

El Langreo suma diez victorias consecutivas y se sitúa a una de su récord histórico, logrado en la temporada 1985-86. Además, el conjunto de Hernán aprovecha el pinchazo del Avilés frente al Siero para obtener una renta de cuatro puntos sobre el segundo clasificado.

Por su parte, el Marino pone fin a su racha de cinco encuentros sin conocer la derrota. El equipo de Blas García, que suma 36 puntos, se aleja un poco más de las posiciones que dan derecho a disputar la promoción de ascenso a Segunda B.