"Hemos hecho un simple contrato de publicidad, pero ojalá que un grupo de esta importancia financiera se interese por invertir de alguna manera en el club". Eran palabras de Alfredo García Amado en octubre de 2011 sobre la relación del Sporting con Doyen Group, el fondo de inversión que aprovechó la crisis de varios clubes para proporcionarles liquidez a cambio de los derechos sobre sus jugadores más importantes. Los deseos del entonces director general, figura clave en la etapa más negra de la historia del club, no tardaron en hacerse realidad, aunque García Amado y el resto de dirigentes rojiblancos procurasen que sus accionistas y abonados supiesen lo justo. O sea, nada. Ahora, gracias al portal de internet "Football Leaks", se ha conocido públicamente que Doyen logró una alta rentabilidad al asegurarse el 45 por ciento de los traspasos de Barral, Trejo, Scepovic y Borja López, además del 20 por el de De las Cuevas. En total, más de tres millones de euros de beneficio para el fondo de inversión en apenas dos veranos. Quizá los apuros económicos del Sporting, provocados por la nefasta gestión del propio García Amado, no permitían otra salida en ese momento, pero al menos podrían haber sido más transparentes con la gente que de verdad mantuvo el club con vida.