La vuelta de Roberto Suárez (41 años) al fútbol tras fichar por el Marino (del que era segundo entrenador) se convirtió ayer en una de las noticias deportivas más seguidas en toda España, sobre todo en Andalucía donde el jugador moscón pasó gran parte de su carrera. Los seis años que jugó en Primera tras debutar con el Oviedo con 19 años, y su paso por equipos como Cádiz (también en Primera) Levante, Toledo. Lleida y Portuense (donde colgó las botas en 2008 en Segunda B), le hacen un personaje conocido y respetado en el mundo del fútbol.

-¿Sorprendido por la expectación que levantó su retorno?

-Me imaginaba que iba a ser un poco de locura, pero no pensé que sería tanto. Fueron muchos y buenos años tanto como jugador como director deportivo por toda España, y es sorprendente que todo el mundo me esté arropando y apoyando en este nuevo reto, que no esperaba tener, pero así es.

-¿Siente que tuvo más repercusión mediática su vuelta que el haber jugado seis temporadas en Primera?

-Es posible. Cuando llegué al Oviedo tuvo mucha repercusión porque tuve muchos problemas para fichar porque era un jugador que se marchaba de los juveniles del Real Madrid porque se lo quitaba un equipo pequeño, pero esto es atípico y lo veo como algo puntual, cuatro meses en los que voy a tratar de sacrificarme como los demás pero también disfrutar desde otra perspectiva porque ya me ha tocado ver el fútbol desde el banquillo y desde la secretaría técnica, y ahora afronto las situaciones de otra forma que cuando sólo las ves como jugador.

-¿Qué le llevó a volver después de ocho años?

-La verdad es que nunca pensé en volver a jugar, aunque ya tuve la ocasión de hacerlo el año pasado cuando llevaba la cantera del Mosconia. Estaba en otras cosas que no podía compaginar y nunca me lo planteé pero este año los jugadores me animaban porque me meto con el grupo cuando falta alguien, y todo empezó a tomar forma cuando el Marino no encontró jugadores en el mercado. Me comprometí a echar una mano si no encontraban a nadie y yo podía compaginar mis actividades, y al final así fue. El lunes por la mañana me puse a disposición del club y el presidente me hizo la ficha así que adelante, ¿quién dijo miedo?

-¿Qué puede aportar al Marino en este momento?

-Yo soy un perfil de jugador de mucho trabajo, con mucho interés en los aspectos tácticos del equipo y lo mío no es llevar la manija y dirigir el juego, es contribuir a que haya un orden en el campo. Por ahí van los tiros, además del trabajo y sacrificio porque no soy un goleador. Seguiré intentando hacer lo que sabía hacer y no intentaré hacer lo que nunca he hecho porque sería equivocarme.

-¿Cómo lo explicó en el vestuario?

-Hablé con los jugadores el sábado pasado para conocer su opinión porque no quería que hubiese un mal rollo al pasar del cuerpo técnico a jugar, y todo el mundo me apoyó.

-¿Cómo se pasa mentalmente de ser técnico a ser compañero de los jugadores?

-Yo lo quise dejar bastante claro. En los entrenamientos participaba bastante en los ejercicios y en los partidillos como un jugador más, equivocándome, fallando, acertando y trabajando como los demás. Ahora dejé claro que no se puede estar a medio camino entre una cosa y otra, y a partir de hoy estaré en el vestuario con mis compañeros, me sumo a ellos con sus mismas preocupaciones y trataremos de hacer un grupo fuerte, que lo hay, y un grupo humano muy bueno.

-¿Cómo está físicamente?

-Bien, me encuentro bien. Llevo años haciendo carreras de maratón, entrenando por mi cuenta y jugando con equipos de empresa y de veteranos. Es cierto que la categoría la empecé a conocer este año, pero aportaré todo lo que pueda como uno más que soy en el equipo para intentar llegar al menos a la cuarta plaza que da opciones de jugar el play off.

-¿Y después?

-Después se acabó. Son cuatro meses de trabajo duro y si se consiguió el objetivo bien, y si no se habrá intentado hasta el final.

-¿Ya siente el gusanillo de la competición?

-Yo siempre he tenido el gusanillo porque soy muy competitivo y lo mataba de otra forma. Esto es diferente porque hay una responsabilidad y una exigencia que hay que cumplir para lograr entre todos el objetivo del club.

-¿Teme que le llamen abuelo desde las gradas rivales?

-Sería lógico con mi edad y mis canas, que ya tenía cuando jugaba. Son cosas a las que estoy acostumbrado y lo que importa es que rinda en el campo, que de el cien por ciento y que pueda aportar cosas al equipo. El que está con el Marino me apoyará y el que no esté intentará desestabilizarme, pero cuento con todo eso.

-¿Ve al equipo en play off?

-Está claro que el margen de error es pequeño, pero al menos vamos a luchar por la cuarta plaza y ya veremos lo que puede pasar con la tercera. Hay muchos equipos con el mismo objetivo y el que logre ser regular, sin patinar en los partidos en los que por lógica no debe de hacerlo, va a estar ahí hasta el final. Vamos a ver quien aguanta. Nosotros nos fortalecemos pensando que tuvimos muchos errores, pero que vamos de menos a más. Otros equipos estuvieron muy bien al principio y es posible que lo paguen y empiecen a no estar tan bien. Tratamos de ir con fuerza, llegar desde atrás y tratar de ir comienzo terreno a los rivales.

-¿A disposición del técnico para el domingo?

-Si, bueno, eso él lo decidirá. Yo estaba haciendo muchas partes del entrenamiento, no todo, pero a partir de esta semana ya entrenaré como todos y será Blas García el que decidida, que para eso es el entrenador.

-¿Y para terminar?

-Agradecer la confianza que depositan tanto el presidente como los jugadores y el técnico en que pueda ayudar al equipo y trataré de dar el cien por ciento para corresponder a ese apoyo.