El presidente del Real Betis, Juan Carlos Ollero, ha presentado este miércoles su "dimisión irrevocable" del cargo durante el acto de presentación de dos nuevos refuerzos del equipo en este mercado de invierno, el extremo belga Charley Musonda y el lateral Martín Montoya.

Ollero, que accedió al cargo la pasada temporada, ha comunicado en la sala de prensa del estadio Benito Villamarín, tras la presentación de estos dos jugadores, que presentaba su dimisión "irrevocable" al argumentar que "el Betis es de sus accionistas y son los accionistas" los que debe llevar el control de la entidad.

El hasta ahora presidente del club verdiblanco ha añadido que el llegó al cargo de manera interina "para preparar el terreno para la llegada de otro" y ha aclarado de ya quiso dejar el cargo semanas antes, pero que continuó porque "nadie" quiere ahora ocuparlo.

Ollero ha comentado que a partir de ahora serán los miembros del consejo de administración los que decidan el nombre del nuevo presidente, entre ellos los dos actuales vicepresidentes, José Miguel López Catalán y Ángel Haro García.

"Desde el 21 diciembre, después del partido contra el Sevilla -de Liga en el Villamarín (0-0)- y en un momento en el que la situación deportiva era tranquila, yo soy presidente porque nadie más quiere serlo. Puse en ese momento mi cargo a disposición del consejo por razones que ya se han publicado y que me ahorro enumerar -disparidad de criterios entre dirigentes-", ha relatado Ollero a los periodistas.

"Desde ese momento, si sigo siendo presidente es porque nadie ha querido serlo. He procurado gobernar al Betis y que el Betis se sienta gobernado dentro de mis posibilidades, desde ese día al que me refiero hasta esta misma rueda de prensa no ha habido ningún vacío de poder, he asumido todas mis responsabilidades como presidente, incluso algunas que me ha costado trabajo asumir", ha añadido.

Ollero ha argumentado que una de las soluciones que se idearon para la gestión del club fue la "constitución de una comisión ejecutiva donde estuvieran las personas" que él entendía que "en principio tenían unos objetivos generales parecidos" a los suyos en el Betis y que "uno de los miembros que aceptó con reticencias formar parte de esa comisión ejecutiva decidió dimitir al día siguiente -Ángel Haro-".

"En estas circunstancias no encuentro una solución a esta situación institucional más que mi dimisión irrevocable como presidente del Real Betis. El Real Betis es de sus accionistas, creo que deben asumir la responsabilidad que les corresponde", ha subrayado el ya expresidente.