La escudería Renault escenificaba ayer su retorno a la Fórmula 1 con la presentación de sus nuevos pilotos, el danés Kevin Magnussen y el británico Jolyon Palmer, y su nuevo coche, un monoplaza de color casi exclusivamente negro con algunos toques de amarillo con el que se plantean el objetivo de "lograr podios en tres años", todo bajo la dirección técnica de Bob Bell, que retorna a la marca del rombo tras su papel protagonista en la época gloriosa con Fernando Alonso, campeón del Mundo con Renault en las ediciones de 2005 y 2006. Carlos Ghosn será el director deportivo de la nueva escudería gala, que tendrá a la española Carmen Jordá como piloto de desarrollo.