El Marino cerró el mercado de invierno con las incorporaciones de Borja Fanjul, Capelete, Daniel Góngora y Roberto Suárez, y las bajas, a petición de los propios futbolistas, de Juanín (Mosconia), Imanol (Covadonga), y Omar Álvarez (Socuéllamos). La plantilla queda ahora con 20 jugadores y el técnico, Blas García, asegura que está satisfecho. "Yo nunca me quejé de la plantilla que tengo y ahora menos", señaló.

El técnico reconoce que la marcha de Omar Álvarez fue una sorpresa. "Es una pena porque no estaba prevista y no contábamos con ella, al contrario que sucedió con Juanín e Imanol, que ya nos habían dicho su intención de irse y teníamos claro que no queremos perjudicar a nadie, sobre todo si no están jugando mucho".

De las incorporaciones de última hora, el técnico azulón dice que Roberto Suárez es "un refuerzo de lujo" porque "es muy difícil encontrar un jugador de su entidad". El andaluz Góngora "viene a cubrir la necesidad de jugadores de banda y ofensivos, el club valoró su incorporación y a ver lo que nos puede aportar", y Capelete "es un chico al que conozco y se que nos va a dar calidad en la media punta".

El déficit está en la delantera. "Quizás nos faltó un delantero, pero como todo no se puede tener hay que estar tranquilos y saber que con esta plantilla se puede hacer una segunda vuelta lo suficientemente buena como para conseguir el objetivo de entrar en la liguilla. Lo que hay que hacer es sacar los resultados acordes con esa plantilla", explicó.

El conjunto luanquín, como todos este año, tuvo problemas a la hora de fichar porque todos los equipos buscan prácticamente lo mismo. "Hay jugadores que todos pretendemos porque todos buscamos gol y que no se quieren mover de sus actuales equipos. Por eso, el tener gente atenta en la secretaría técnica es importante y por ahí hay que crecer porque cuando hay tanta competencia como sucede ahora en Asturias hay que estar muy atentos. Y lo hemos hecho, pero había nombres importantes encima de mesa que no han salido y no hay nada que decir", señala el técnico.

El equipo rompió en Langreo la mejor racha de la temporada al perder (2-0) después de sumar tres victorias consecutivas, pero el técnico dice que este es un resultado que entra dentro de lo normal en un partido de tanto nivel. "El primer fue muy igualado, pero yo creo que merecimos más el gol. Y en la segunda parte, cuando menos lo esperaba nadie, ellos acertaron en una contra y nos hicieron mucho daño, sobre todo porque de inmediato metieron el segundo. Tuvimos opciones de meternos en el partido pero el árbitro no nos concede, a mi modo de ver, un claro penalti a Geni y ahí se acabó todo".

Cada partido, una final

El choque de Ganzábal ya pasó y el equipo se centra ahora en retomar la senda de la victoria ganando el domingo (17.00 horas) al Lugones. "Tomamos cada partido como una auténtica final porque el objetivo es sumar tres puntos cada semana, pero hay otro objetivo a largo plazo que es pasar de los 70 puntos y para ello hay que ganar a equipos como el Lugones que nos ganó en la ida".

Los azulones están ahora a 6 puntos del Condal, que cierra las plazas de play-off, pero Blas García insiste en que la distancia con el cuarto no es ahora lo importante. "Lo que hay que hacer es no desesperarse ni descorazonarse, pero tampoco entrar en una euforia que nos vuelva chiflados a todos cuando nos vemos cerca. Lo bueno es la normalidad y el pensar en ganar el domingo", señaló.

Y es que los muchos años de fútbol sirven al técnico para tener una perspectiva clara de lo que sucede a lo largo de una temporada. "Esto es como un maratón; hay que saber dosificarse y que nada te afecte para mal. En eso estamos, en hacer la segunda vuelta que nos corresponde porque tenemos capacidad y equipo para ello", concluye.