La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gana en la comparación

Luis Enrique, con el empate de ayer en Mestalla, supera el récord del Barça de Guardiola de partidos sin perder

Luis Enrique da instrucciones a Mascherano durante el Málaga-Barcelona. daniel pérez / efe

"Luis Enrique es de los mejores entrenadores que he tenido en mi carrera". Lo dice Javier Mascherano, que lleva trece años jugando al fútbol al máximo nivel y puede recitar una lista tan amplia como prestigiosa de los técnicos que le han dirigido en sus clubes y en la selección argentina: Manuel Pellegrini, Rafa Benítez, Pep Guardiola, Tito Vilanova, Tata Martino, Marcelo Bielsa, José Pekerman, Diego Maradona y Sergio Batista. Para Luis Enrique, que no da importancia a los premios individuales, pocos elogios puede recibir más valorados que los de "El Jefecito", como apodan en Argentina a Mascherano. De momento, Luis Enrique sigue haciendo historia al convertirse en el entrenador del Barça que ha logrado la mayor racha de partidos sin perder, 29, tras el empate de ayer en Mestalla.

El récord, pocos días después de presentar los mejores números de un técnico azulgrana tras los cien primeros partidos, desmiente al menos en parte su afirmación en la rueda de prensa de presentación, en mayo de 2014: "Con Guardiola perderé en todas las comparaciones". En realidad ya lo habría superado incluso perdiendo ayer en Mestalla, ya que en los 28 partidos anteriores tenía el mismo balance de victorias y derrotas (23-5), pero el Barça de Luis Enrique presentaba un mejor balance de goles a favor (86 por 85). Hasta el momento, el asturiano sólo se ha quedado por detrás del catalán por el número de títulos tras su primera temporada: Luis Enrique no pudo igualar el "sextete" de 2008-09 al caer con el Athletic en la Supercopa de España.

Pero Luis Enrique siempre recalca que los únicos números que le preocupan son los que reflejan los títulos a final de temporada. Llegados al tramo decisivo de la actual, el entrenador gijonés tiene a su equipo en disposición de optar a otros tres. Un año después de superar su momento más crítico, con la derrota en Anoeta, el enfrentamiento con Messi y la destitución de su valedor, Andoni Zubizarreta, Luis Enrique recibe el reconocimiento generalizado, al menos de la afición barcelonista y de sus jugadores.

Mascherano, que funciona como correa de transmisión del técnico sobre el terreno de juego, argumenta su afirmación: "Todo lo que Luis Enrique ha demostrado este año y medio lo avala. No por los títulos, sino por las variantes del equipo, que nos han hecho dar un salto de calidad para convertirnos en un equipo más imprevisible".

Precisamente este último aspecto se puede convertir en el mayor legado de la "era Luis Enrique" en el banquillo azulgrana. Ni Guardiola, en su última temporada, ni Tito Vilanova ni Tata Martino fueron capaces de evolucionar el estilo de juego que llevó al Barcelona a convertirse en la referencia del fútbol mundial entre 2008 y 2012. El Barça empezó a tener problemas cuando los rivales contrarrestaban su juego de posesión con un repliegue generalizado y la búsqueda de contragolpes. Así se le escaparon al Barça, en apenas cuatro días, la Copa de Europa y la Liga de la temporada 2011-12, frente al Chelsea y el Real Madrid, respectivamente, en el Camp Nou.

El Barça de Luis Enrique sigue siendo uno de los equipos de Europa con mayor porcentaje de posesión, pero ha incorporado otros aspectos a su fútbol de ataque. Hasta la llegada del asturiano al banquillo, los centrocampistas del Barcelona se pasaban y repasaban el balón hasta que encontraban una rendija en la defensa rival. Durante el último año y medio, sobre todo desde la incorporación de Luis Suárez al tridente que forma con Messi y Neymar, el Barça no le hace ascos al contragolpe o a los balones a la espalda de la defensa. Suárez ha marcado así ivarios goles, algunos tan importantes como el 2-1 al Madrid en el Camp Nou la pasada temporada o el reciente al Atlético de Madrid, en ambos casos gracias a pases en profundidad de Dani Alves.

En esta reconversión también tiene algo que ver el diferente perfil de los centrocampistas que ha ido incorporando Luis Enrique desde su aterrizaje en el Camp Nou. Rakitic, Sergi Roberto y Rafinha tienen un estilo más directo que el que impuso Xavi durante muchos años. Y, por encima de todo, al margen del "método Luis Enrique", el Barça actual será recordado por su trío de delanteros, que aspira a ser uno de los más decisivos de la historia del fútbol. En contra de algunas voces autorizadas, como la de Johan Cruyff, el técnico gijonés no dudó en juntar a tres estrellas como Messi, Neymar y Luis Suárez. El entendimiento de los tres, dentro y fuera del campo, ha marcado la diferencia en España y Europa.

La alineación de ayer en Mestalla, con Rakitic como único representante del equipo ideal, confirmó el escaso interés de Luis Enrique por los logros individuales. Aún así, los 29 partidos sin perder indican que vuelve a estar en el buen camino.

Compartir el artículo

stats