Un Barcelona de récord, que con el asturiano Luis Enrique ha aumentado hasta 29 el número de partidos consecutivos sin derrotas, no se fía de un Celta que llegará al Camp Nou con muchas bajas, pero también con el recuerdo de sus buenas actuaciones ante los azulgrana.

Y es que el Barça ha perdido dos de los tres últimos partidos jugados contra los gallegos. El año pasado, el Celta se imponía 0-1 en el Camp Nou, donde llevaba 73 años sin conseguir la victoria, y en el partido disputado en Balaídos en la primera vuelta del actual campeonato los de Berizzo le dieron un revolcón a los azulgrana: 4-1.

"Es un rival peligroso, muy atractivo, atrevido, valiente, descarado y que presiona alto. No debemos olvidar lo que nos ocurrió en la primera vuelta", advertía ayer Luis Enrique.

Pero ahora la historia es diferente a la del partido de Vigo. El Barça acumula tres puntos de ventaja sobre el segundo, el Atlético de Madrid, y cuatro sobre el Real Madrid cuando tiene un partido menos que ambos; el que disputará el miércoles ante el Sporting en El Molinón. Además, la racha de partidos como invicto (29) y el que no pierda un encuentro desde el pasado 3 de octubre (2-1 ante el Sevilla) dan una idea del estado de los de Luis Enrique.

Para medirse al Celta, el asturiano echará mano de su once de gala, puesto que muchos de ellos descansaron en la vuelta copera ante el Valencia. Las principales dudas son las de Leo Messi, que esta semana se sometió a una litotricia para solventar un problema renal, y la de Arda Turan, aunque ambos se han ejercitado los últimos días sin problemas.

La presencia del turco o del croata Rakitic en el centro del campo junto a Busquets e Iniesta es la principal duda de Luis Enrique, pues en el resto de posiciones todo parece claro.

Por lo que respecta al Celta, los de Berizzo están reforzados por la imagen ofrecida ante el Sevilla en Copa, pero mermados por la plaga de bajas que ha dejado a la expedición celeste con sólo 14 jugadores de la primera plantilla.

El esfuerzo realizado el pasado jueves ante el Sevilla en un campo tremendamente pesado por la lluvia y la ausencia de tres de los habituales titulares -el defensa Sergi Gómez y los atacantes Iago Aspas y Orellana- obligarán al técnico argentino a realizar algunas rotaciones en su once, si bien es cierto que no tiene mucho donde elegir, pues Bongonda también está sancionado y Nolito y Fontás siguen lesionados.

Bajas que, no obstante, no hacen cambiar el mensaje de cautela enviado por Luis Enrique: "Siguen siendo un equipo intensísimo; van hacia adelante, te complican la vida al estar muy pegados y querer el balón. No hay sólo una clave en ese equipo; es una suma de muchas cosas hechas muy bien", concluyó.