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Culé moyáu

Vivan Hermes y la DCM

De acuerdo. La capacidad de jugar bien al fútbol, como el conocimiento de las artes y el dominio del fuego que Prometeo robó a los dioses, ha sido repartida a unos sí y a otros no; pero la sabiduría que hace posible la discusión futbolera, como el sentido de la vergüenza y de la justicia que Hermes entregó a los hombres, ha sido repartida entre todos porque si sólo unos pocos pudieran hablar de fútbol como sólo unos pocos (los que saben) pueden hablar de arquitectura o de construcción de barcos, este deporte no sería lo que es. De forma que, así como sólo unos pocos pueden dar consejos arquitectónicos o navales, sólo unos pocos pueden jugar al fútbol en un club como el Barça; pero todos los futboleros, e incluso los no futboleros, pueden hablar de fútbol porque la virtud futbolística, como el sentido de la justicia o de la ética, es universal y ha sido repartida entre todos. Vale.

De acuerdo. El gol del Barça en Valencia, en el partido de vuelta de la semifinal de Copa, fue producido no por la MSN (Messi-Suárez-Neymar), sino por la DCK (Douglas-Cámara-Kaptoum). A pesar de que desde el partido de ida en el Camp Nou todos sabíamos que el Barça jugaría la final, el gol de la DCK no fue un gol cualquiera porque permitió prolongar la racha del Barça de partidos sin perder y batir el récord de Guardiola. Vale. Muy pocos futbolistas en el mundo pueden contribuir con la primera letra de su apellido a formar una delantera de leyenda como la MSN, pero muchos futbolistas pueden tener su minuto de gloria (e incluso pasar a la historia del Barça) formando parte de una delantera como la DCK. El problema, tanto para la MSN como para la DCK, es que, a diferencia de los expertos en arquitectura o en construcción de barcos, los futbolistas tocados por la varita de Prometeo están sometidos al juicio de los aficionados y de los no aficionados al fútbol. Así, hay futboleros que insisten en colocar a la MSN por debajo de la BBC, futboleros que ven a la DCK como una MSN para jugar los minutos de la basura, futboleros que confían en que la K llegue a ser una letra importante en el Barça y no futboleros que gritaron en un bar "¡Gol de Messi!" cuando Kaptoum marcó el gol del empate en Valencia. ¿Cómo se puede confundir a Kaptoum con Messi? El propio autor lo explicó cuando todos los futboleros del bar se rieron de él: "¿Qué pasa? ¿Está prohibido opinar de fútbol?". Un genio. Vivan Hermes y la DCM.

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