Los gigantes de la NBA empezaron a hacerse terrenales para el común de los españoles en la década de los ochenta, gracias a Ramón Trecet y su televisivo "Cerca de las estrellas". Tres décadas después, un asturiano ha conseguido integrarse en la maquinaria de uno de los mayores negocios del deporte. Héctor Argüelles trabaja en la oficina central de la mejor liga de baloncesto del mundo, en la Quinta Avenida de Nueva York. En su cargo de "senior director, digital", se esmera para que el brillo de las estrellas llegue a cualquier rincón del planeta y a través de todos los dispositivos conectados a internet.

Hasta hace cuatro años, la vinculación de Héctor Argüelles con el deporte tenía que ver con su pasión por los Juegos Olímpicos, ya que colaboró como voluntario en Atenas 2004 y entre 2007 y 2013 fue el presidente de la Asociación de Alumnos de la Academia Olímpica Internacional. Profesionalmente, tras sus trabajos en Alemania en multinacionales como Siemens o Nokia, en 2012 decidió presentarse a un proceso de selección para un puesto en la NBA. "Fueron cinco entrevistas en total", explica Argüelles. "La descripción del trabajo encajaba muy bien con mi perfil. Buscaban a un graduado en informática con MBA, experiencia internacional y conocimiento del deporte".

Sus estudios en Estados Unidos le ayudaron a superar los filtros: "En España la escuela de negocios Tuck suena poco, pero aquí tanto la escuela como la universidad a la que pertenece, Dartmouth, que forma parte de la Ivy League, están muy reconocidas. Los accesos a estas universidades son bastante selectivos y meritocráticos y las empresas lo valoran". Dice que su trabajo "consiste en gestionar la aplicación oficial de la NBA y NBA League Pass. Tenemos 15 versiones de la aplicación en otras tantas plataformas, como iPhone, iPad, Android, Apple TV, Chromecast o XBOX". Argüelles aclara que "NBA League Pass es la suscripción para ver todos los partidos en el ordenador o en cualquiera de esas plataformas. La suscripción se vende en todo el mundo excepto en China, donde la lanzaremos la temporada que viene en colaboración con Tencent".

Héctor Argüelles y su grupo de trabajo se encargan de "gestionar los acuerdos con las diferentes plataformas, decidir los paquetes que vendemos y los precios de las suscripciones en cada país, elaborar los presupuestos de ingresos y gastos, coordinar con el equipo técnico las novedades que se añaden al producto y con el equipo de marketing cómo promocionarlo para llegar a los aficionados. Es llevar un negocio dentro del negocio. Desde luego, no me da tiempo a aburrirme".

Las oficinas de la NBA están en el corazón de Nueva York, en Quinta Avenida con calle 51, enfrente del Rockefeller Center. Allí se pasa Héctor Argüelles unas cuantas horas cada día, aunque no es su único centro de trabajo: "También tenemos oficinas en Nueva Jersey y otras trece repartidas por todo el mundo, con las que trabajo muy de cerca. Las oficinas internacionales nos ayudan a localizar los productos y a tener acuerdos con empresas locales para llegar a más gente"

Héctor Argüelles se ha adaptado al estilo de trabajo estadounidense: "Aquí se cuidan todos los detalles y se deja poco o nada a la improvisación. Se cuida a los deportistas para que tengan todo lo que necesitan, hay programas de apoyo para jugadores nuevos, mientras están en activo y cuando se retiran. Se cuidan las normas y su aplicación. Por ejemplo, el año pasado se estrenó el "Replay Center", un centro que aglutina todas las tomas de televisión y que los árbitros pueden consultar en los momentos señalados para revisar una jugada dudosa".

Siempre con la vista puesta en el negocio, como apunta Héctor Argüelles: "Se cuida cada minuto en el que el balón no está en juego. Los tiempos muertos están programados con algún evento o actuación. Eso se aprecia todavía más durante el All-Star, donde se programa un gran espectáculo. Ahora lo empiezo a ver como algo habitual, pero recuerdo mi primer All-Star, en 2013, donde me impresionó la maquinaria de eventos de la empresa. Este año, en Toronto, la organización ha estado a esa altura. Y los deportistas, magníficos. Las actuaciones de Thompson y Curry en el concurso de triples, o de Lavine y Gordon en el de mates quedarán entre las mejores de siempre. Fueron ocho mates consecutivos de máxima puntuación, nos mirábamos unos a otros con caras de incredulidad".

Héctor Argüelles acerca a las estrellas del baloncesto a los aficionados, pero él raramente tiene contacto con ellas: "Es sólo puntual. Casi se limita al fin de semana del All-Star, o a los partidos que equipos de la NBA juegan en el extranjero. Me hizo mucha ilusión verme con Magic Johnson en este All-Star".