Un gol postrero de Omar Sampedro volvió a salvar al Marino y le permite seguir con aspiraciones de meterse entre los cuatro primeros y disputar la promoción de ascenso.

El equipo luanquín no hizo un buen partido, pero resolvió la calidad de un Omar Sampedro que está siendo decisivo, sobre todo en Miramar. Los locales comenzaron el partido dominando ante un Urraca bien colocado, pero con un planteamiento más defensivo y con una alineación de circunstancias por las numerosas bajas que arrastraba.

Con el paso de los minutos, el Marino fue perdiendo gas y cometía bastantes imprecisiones, lo que provocaba que no se creara peligro en la portería llanisca. De hecho, el primer disparo entre los tres palos llegó en el minuto 30 y fue para el Urraca en un lanzamiento lejano de Sergio que Davo blocó sin apuros.

La llegada más clara para el Marino llegó a los 36 minutos en un disparo de Omar Sampedro que salió a la izquierda de la portería de Ricardo. Los visitantes tuvieron su ocasión más clara a un minuto de la conclusión de la primera mitad con un disparo lejano de Sergio que el portero luanquín rechazó a córner.

Tras el descanso, los de Blas García volvieron a hacerse los dominadores del choque ante un Urraca que no le perdía la cara al partido, aunque se encontró con un Marino que se acercaba con cierto peligro a la meta de Ricardo. En esta segunda mitad, a los 59 minutos, el guardameta visitante rechazó un disparo de Geni y dos minutos más tarde volvió a estar acertado, esta vez en un remate de Omar Sampedro.

El Urraca estaba mucho más replegado y el Marino, aún sin acierto, llegaba con facilidad. Rony, a los 64 minutos, rechazó un remate de Pablo Hernández y poco después fue nuevamente Ricardo con un acertada salida el que evitó la internada de César. El tanto de la victoria llegó a diez minutos del final tras una buena jugada local, que comenzó en Pablo Hernández, quien cedió el balón a Guaya y el centro de éste fue aprovechado por Omar Sampedro para superar a Ricardo con un remate raso y ajustado al poste derecho.