Un gol postrero de Omar Sampedro volvió a salvar al Marino y le permite seguir con aspiraciones de meterse entre los cuatro primeros y disputar la promoción de ascenso.

El equipo luanquín no hizo un buen partido, pero resolvió la calidad de un Omar Sampedro que está siendo decisivo, sobre todo en Miramar. Los locales comenzaron el partido dominando ante un Urraca bien colocado, pero con un planteamiento más defensivo y con una alineación de circunstancias por las numerosas bajas que arrastraba.

La llegada más clara para el Marino se produjo a los 36 minutos en un disparo de Omar Sampedro que salió a la izquierda de la portería de Ricardo. Los visitantes tuvieron su ocasión más clara a un minuto de la conclusión de la primera mitad con un disparo lejano de Sergio que el portero luanquín rechazó a córner.

Tras el descanso, los de Blas García volvieron a hacerse los dominadores del choque ante un Urraca que no le perdía la cara al partido, aunque se encontró con un Marino que se acercaba con cierto peligro a la meta de Ricardo. El Urraca estaba mucho más replegado y el Marino, aún sin acierto, llegaba con facilidad. El tanto de la victoria llegó a diez minutos del final tras una buena jugada local, que comenzó en Pablo Hernández, quien cedió el balón a Guaya y el centro de éste fue aprovechado por Omar Sampedro para superar a Ricardo.