Jorge Fidalgo es el típico caso del jugador que se adapta a las necesidades del equipo y que siempre cumple. El gijonés (26 años) llegó el pasado verano al Avilés de la mano de Xiel (el técnico elegido en principio para dirigir a los blanquiazules pero que tuvo que desistir por enfermedad), y Pablo Lago lo ratificó.

Xiel contaba con él como extremo, el puesto en el que jugó habitualmente en los siete equipos en los que militó antes de recalar en el Avilés, pero Lago lo retrasó ante la falta de efectivos en los laterales y en los dos últimos partidos (Llanes y Colunga) dio otro paso más en su polivalencia y se reconvirtió en central por las bajas de Otero y Pantiga.

"Es un puesto en el que se puede defender bien porque es muy rápido y esa velocidad compensa el que no tenga la altura habitual en los centrales", explicó Lago. "Jugando con tres centrales es más fácil porque estás muy arropado por los compañeros y se notan menos los defectos", apostilló el futbolista.

Y al gijonés no le disgusta su nueva posición. "No es cuestión de que guste o no, lo que quiero es jugar y no me importa que sea en un sitio o en otro", explicó. El partido, añadió, se ve "muy diferente" desde el centro de la defensa que en la banda. "Yo creo que más fácil porque es jugar siempre de cara y colocándose un poco bien ya tienes mucho ganado".

La defensa estuvo firme tanto contra el Llanes como ante el Colunga a pesar de que en Santianes se lesionó Nacho Fernández al borde del descanso y pasó Óscar Ruiz, habitual en la banda izquierda, al centro de la defensa. "La verdad es que tampoco nos atacaron mucho y no fue tan difícil como yo pensaba porque ellos llevan una buena temporada, pero al final estuvimos muy correctos y lo resolvimos bien".

El equipo está compitiendo muy bien, incluso en campos con barrio como demostró en Ceares (1-6) y el Colunga (0-2), y todos los jugadores coinciden en que está "muy difícil" entrar en el once. "Todo el mundo entrena y compite al máximo, la gente que entra mantiene el nivel del equipo, y hay que trabajar muy duro para poder jugar el domingo de lo que sea", explicó Fidalgo.

Los blanquiazules tienen 63 puntos a falta de once partidos, unos números que, según el gijonés, eran impensables a principios de temporada. "Estamos haciendo un año bastante correcto pero tenemos que seguir así porque de nada nos sirve haber hecho hasta ahora 63 y ahora fastidiarlo todo en el último tercio". Y añadió: "Vamos de menos a más porque ya nos conocemos todos y poco a poco vamos generando más fútbol, que nos estaba costando. Ahora tenemos las ideas muy claras".

El play-off, en todo caso, tiene que esperar. "Hasta que no sea matemático no doy nada por hecho. Es cierto que tenemos un colchón muy cómodo respecto al quinto (14 puntos), pero no nos podemos relajar ahora". Y el próximo reto es la visita del Praviano el domingo (17.00 horas) al Suárez Puerta. "Es un equipo muy rocoso. Allí nos costó abrir la lata y tendremos que dar lo máximo para intentar ganar". Con los de Pravia llegará el delantero pixueto Juanma, que jugó en el Avilés hasta el pasado mes de enero y al que habrá que vigilar, advierte Fidalgo, "porque vendrá con ganas al Suárez Puerta e intentará marcar".