El 4 de octubre, después de perder 2-1 en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, el Barcelona era cuarto en la Liga, con dos derrotas en siete jornadas y la incertidumbre que suponía afrontar casi dos meses sin su mejor jugador, Leo Messi. El pasado domingo, una vuelta liguera después, el Barça era líder destacado, ya se ha asegurado la final de la Copa del Rey y tiene encarrilado el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones tras su 0-2 al Arsenal. En el camino, y tras el triunfo de anoche en Vallecas, Luis Enrique ha conseguido batir, con 35, el récord de partidos sin perder del fútbol español, superando los 34 del Real Madrid de Leo Beenhakker en la temporada 1988-89.
Este tipo de marcas colectivas siempre van relacionadas al entrenador, por lo que se puede asegurar que Luis Enrique ha dado otro motivo para entrar en la mejor historia del Barça. Su registro tiene el mérito añadido de presentar unas estadísticas superiores a las de Beenhakker: más partidos ganados (28 por 25), más goles a favor (102 por 85) y menos goles en contra (19 por 34).
"El Barcelona de Luis Enrique es el de la excelencia. Igual que lo hizo Guardiola, lo está haciendo él". Palabra de Unai Emery en vísperas de que su equipo, el Sevilla, se añadiera a la lista de víctimas azulgrana, justo una vuelta después de aquella última derrota en el izjuán. Todo un piropo hacia un colega que llegó al banquillo del Camp Nou con la pesada losa del recuerdo de Guardiola. Hay debate sobre la calidad del fútbol del Barça, pero no en lo que se refiere al trabajo del técnico asturiano.
Lo dejó muy claro Carlos Rexach, exfutbolista, exentrenador y actualmente asesor de la directiva del Barça: "Con Luis Enrique sigue la esencia". Y lo aclara tomando como referencia el "Dream Team", que armó como ayudante de Cruyff: "Nuestro fútbol, quizá porque habíamos sido delanteros, era más directo y vertical que el de Guardiola, que como buen centrocampista anteponía el control. Y Luis ha encontrado el término medio".
Otra personalidad del barcelonismo, Laureano Ruiz, también da su bendición: "Me gusta la posesión, pero hay que aprovechar los momentos: a veces hay que tocar para penetrar ante un rival que se encierra atrás; y otras hay que acelerar el juego para pillarle desprevenido. Eso es lo que hace Luis Enrique".
Desde fuera también se valora la obra del entrenador asturiano. Arrigo Sacchi, el artífice del mejor Milán de la historia, lo tiene claro: "Triunfar tras Guardiola no era fácil y Luis Enrique, que entiende la idea del Barça, está haciendo un gran trabajo. Ha hecho que todos comprendan que lo colectivo va antes de lo individual y que sea un ejercicio de amor a la camiseta".
Un estudioso del fútbol como Xabier Azkargorta da otra clave: "Luis Enrique ha dado organización dentro de la libertad". Y también se valora su gestión de un vestuario plagado de figuras. "Un buen entrenador debe dominar el gallinero", dice Rexach con conocimiento de causa. Y Sacchi, que cumplió una etapa en la dirección deportiva del Madrid, mostró su deseo de que, "por el bien del fútbol este equipo pueda continuar con esa generosidad y voluntad de divertir y divertirse".
