Competir por competir es tontería. Y si las cosas no empiezan bien en el tercer cuarto es más práctico dejarse ir suavemente que intentar reaccionar y luchar por dar una buena imagen en una de las canchas más ilustres de la categoría.

Tras una primera parte disputada, en la que el Unión Financiera había tenido momentos de cierta brillantez, un pequeño arreón del Palencia fue suficiente para que al equipo ovetense le dejara de apetecer realizar tamaño esfuerzo ante el líder. Los de Sergio García empezaron a presionar con eficacia las líneas de pase y el equipo de Carles Marco lo sufrió y se sucedieron las pérdidas de balón. Llegó el bloqueo ofensivo y a partir de ahí se empezaron también a conceder canastas fáciles al rival. La derrota estaba cantada y por gran diferencia.