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Culé moyáu

Ariadna y Medea

No todos los futbolistas pueden ser héroes, pero en el fútbol hay más héroes que los que aparecen en las estadísticas. Los futboleros tenemos la costumbre de programar, etiquetar y clasificar, pero, como dice Fox Mulder, no todo puede ser programado, etiquetado o clasificado. El Madrid de la "Quinta del Buitre" era algo más que cinco buenos futbolistas y mucho más que un delantero descomunal al que llamaban "El Buitre". Cuando Johan Cruyff fichó por el Barça, el club llevaba catorce años sin ganar la Liga. Con Cruyff todo cambió, pero en aquel equipo también estaban Sotil, Rexach y Asensi. Soy de los que creen que Ronaldinho fue tan importante para el Barça como lo fue Cruyff, y que aquel gol al Sevilla desde veinticinco metros significó una especie de Big-Bang cuyos efectos todavía disfrutamos hoy. Pero en el Barça de Ronaldinho estaban Eto'o, Valdés, Xavi y Pujol. Entiendo la obsesión por programar, etiquetar o clasificar. Pero con límites.

Debemos poner límites a la MSN. Nadie duda de la grandeza de esta delantera irrepetible y nadie, excepto Cristiano Ronaldo, duda de que los besitos y abracitos que se regalan Messi, Suárez y Neymar son la prueba de que este trío funciona porque no sólo hay física entre ellos, sino también, y sobre todo, química. Es inevitable programar, etiquetar y clasificar, de acuerdo. La Quinta del Buitre. El Barcelona del holandés volador. El Barça de la MSN. Vale. Pero no nos quedemos ahí porque sería injusto con Iniesta de mi vida, con Piqué, con Alves. Y sería muy injusto con Busquets. El gran Busquets no es un auxiliar de la MSN como lo fue Ariadna cuando ayudó a Teseo a encontrar la salida del laberinto después de matar al Minotauro, sino que es tan protagonista en el Barça como lo es Medea en la segunda parte del viaje de los argonautas en busca del vellocino de oro. Los futbolistas-Ariadna son importantes, y pobres de los equipos que no tengan una Ariadna (y, si puede ser, más de una) que eche una mano cuando se trata de salir de un laberinto. Pero los futbolistas-Medea son imprescindibles porque son los héroes que sostienen a los héroes como Medea sostuvo a Jasón. Munir fue Ariadna en el partido contra el Éibar, pero Busquets siempre es Medea. El Barça de Teseo y Jasón no sería lo que es sin Ariadna y sin Medea.

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