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una semana de pasada

Scariolo ya lo vio hace siete años

Rubén Castro, ayer, durante el Betis-Granada. J. MANUEL VIDAL / EFE

"Jugársela con el chico que acaba de llegar teniendo a Pau en el campo...". Aquellas palabras de Marc Gasol tras la derrota frente a Turquía en el Eurobasket de 2009, por una entrada fallida de Sergio Llull a canasta en el último segundo, le costó un buen rapapolvo al entonces seleccionador, Sergio Scariolo. Siete años después, el técnico bien podría presumir de visionario. Porque es difícil imaginar a un jugador español más fiable para los momentos decisivos. Y no sólo por la canasta estratosférica de Valencia, de la que hablaba todo el mundo al día siguiente, sino por proezas mucho más creíbles que Llull ha frecuentado últimamente y que han valido victorias e incluso títulos a su club y a la selección. "Lo que más me impresionó la primera vez que lo tuve en la selección fue su determinación, como si fuera un niño que no le tiene miedo a nada. Ahora es fácil, pero entonces...", apunta Scariolo, el único que lo vio cuando no lo veía nadie.

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