"Buenas noches y saludos cordiales". Son las cinco palabras con las que José María García abría sus programas radiofónicos, al filo de la medianoche, durante tres décadas, y también el título de la primera biografía de este "periodista irrepetible", según su autor, el periodista y filósofo Vicente Ferrer Molina. Catorce años después de que abandonara las ondas, su biógrafo dijo en el Club Faro, del periódico Faro de Vigo, de la misma empresa editorial que LA NUEVA ESPAÑA que el legado de Supergarcía "se ha perdido en parte", dado que buena parte del periodismo deportivo ha sustituido la denuncia por el entretenimiento, aunque su huella perdura: "Inventó una radio deportiva que antes no existía -dijo-. Y si se oye radio nocturna en España, algo que no ocurre en ningún otro país, es gracias a él. Además, inventó la Vuelta a España como fenómeno de masas".

"Buenas noches y saludos cordiales" (Editorial Córner, Martínez Roca), que ya va por su cuarta edición, se aleja de la hagiografía y no elude los aspectos más oscuros y contradictorios de un personaje de filias y fobias, que siempre llevó a gala "no dejar indiferente a nadie".

La biografía de García es, como diría su amigo, el director José Luis Garci, "la banda sonora de una época" que empieza en los años 60 en Radio España y el mítico diario"Pueblo" y termina en 2002 en Onda Cero.

En el medio, toda la Transición y el trabajo "del que se siente más orgulloso", según Ferrer Molina, su cobertura del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. "La foto de García subido a un coche narrando la salida de los diputados del Congreso es una de las imágenes de la Transición", apuntó.

García se considera un "comunicador" y un periodista, no un periodista deportivo. Quiso dejar de hacer deportes en 1982, tras el Mundial de España, pero su fichaje por la naciente Antena3 se lo impidió. Eso no quita su pasión por el fútbol: "Le hubiera gustado ser jugador, y a ser posible, del Real Madrid", dijo Ferrer.

Influyente

Para su biógrafo, que escuchó a García en su infancia y juventud, el balance es positivo en la trayectoria del que fue "el periodista más influyente e independiente"; una independencia basada en sus altos ingresos económicos, superiores incluso a los de cualquier futbolista o dirigente deportivo de entonces.

En la parte negativa, dice, "le perdió ser tan cruel con la competencia". "Si un personaje entraba en otra radio antes que la suya, le hacía cruz y raya. En una ocasión le pidió el teléfono de su casa a Butragueño y éste, con toda corrección, le respondió que solo se lo daba a sus amigos, y que él solo era un periodista. "¿Ah, sí?", le contestó García. "Pues desde ahora solo eres para mí un futbolista". Y le colgó. Y con Miguel Indurain tuvo un momento muy tenso cuando el ciclista rechazó por tres veces responder a una pregunta suya sobre el dopaje".