Un partido por la mañana y fuera de casa. Ese es el peor escenario posible para el Marino, que esta temporada jugó diez partidos en horario matinal (12.00-12.30 horas) con un balance de dos victorias, dos empates y seis derrotas. Son 22 puntos perdidos que explican la mala clasificación del equipo luanquín, uno de los favoritos para el título por la calidad de su plantilla pero que a falta de diez jornadas para concluir la Liga es octavo en la general con 43 puntos, 31 menos que el líder Caudal y a 10 del cuarto puesto del Tuilla, el último que da derecho a pelear por el ascenso.

El grueso de las derrotas (cinco) se produjeron lejos de Miramar y cuatro de ellas ante rivales en principio asequibles como el Lugones, Oviedo B, Covadonga, y Astur, contra los que los azulones perdieron por 1-0. La quinta fue en Ganzábal (2-0) ante un Langreo lanzado y en su mejor momento de la temporada. Y en casa perdieron (0-1) ante el líder.

Los dos empates matutinos se dieron en La Cruz contra el Ceares (2-2) y en Miramar con el Condal (0-0). Y las dos victorias en Luanco en el derbi comarcal con el Avilés (1-0) y frente al Praviano en Santa Catalina (0-3).

El mejor horario para el equipo luanquín es el entorno de las 16.00 horas puesto que jugó cuatro partidos y sumó dos empates y dos victorias, pero los azulones jugaron la mayor parte de sus partidos (once) a las 17.00 horas con un balance de cuatro victorias en casa ante Astur, Colunga, Tineo y Lugones; tres empates con el Langreo, Condal y Llanes; y una derrota frente al Covadonga. En ese horario mejoró fuera de casa al ganar al Urraca (0-4) y al Siero (1-2), y ceder sólo con el Tineo (2-0) en la primera vuelta.

El conjunto luanquín vuelve a entrenar esta mañana (10.30 horas) en Balbín después de disfrutar ayer de la habitual jornada de descanso de los martes. Los de Blas García empezarán a preparar el choque del próximo domingo (17.00 horas) en Miramar ante el Gijón Industrial.