Los trámites se solventaron a una velocidad de vértigo y todo quedó dispuesto para la puesta en escena del nuevo equipo. El Oviedo (aún sin el título de Real que se aprobaría 14 días después) se enfrentó en su estreno el 1 de mayo de 1926 al Arenas de Guecho, brillante finalista de la anterior edición de la Copa (perdió ante el Barcelona). El duelo se disputaría en el campo de Vetusta, ya que en Teatinos se estaba llevando a cabo labores de restauración. El Oviedo viste de blanco y Justo, de cabeza tras un saque de córner, hace el primer gol de la historia del club, aunque el partido se decanta del lado vasco: 4-6. Además de Justo anotó para los carbayones Avilesu en tres ocasiones. El Oviedo se desquitaría al día siguiente, venciendo al Arenas por 2-1, con goles de Emilio Menéndez y Barril. Así quedó marcado el inicio de un equipo que prometía.