El Marino de Luanco tiene mañana una mala racha que cortar en el partido que le enfrentará al Roces (Covadonga, 17.00 horas). No solo quiere recuperar la senda de la victoria a domicilio, sino también el camino hacia el gol. El conjunto marinista no ha marcado en los cuatro últimos partidos lejos de Miramar y eso le llevó en primera instancia a cosechar un empate y tres derrotas, pero también a algo más importante: perder la buena dinámica y separarse de los puestos de privilegio, que ahora tiene a siete puntos.

El equipo cada vez tiene más complicado conseguir el objetivo de estar en el play-off esta temporada, después del descenso del pasado verano. El Marino tendría que subir cuatro puestos y recuperar los siete puntos en los nueve partidos que quedan para terminar la vuelta. El problema es que los equipos que le preceden apenas se dejan puntos por el camino.

El gol no solo está costando a domicilio. La realidad es que el equipo solo ha conseguido ver portería en dos ocasiones en los últimos cinco partidos, con un tanto en cada uno de los dos choques que ha jugado en Miramar. Eso sí, le sirvieron para llevarse los seis puntos, ante el Industrial y el Urraca.

Para más preocupación por la falta de puntería, el máximo goleador del equipo, Omar Sampedro, es duda para el encuentro de mañana ante el Roces, después de que jugará con el tobillo tocado desde el minuto 15 del partido del pasado domingo. El técnico Blas García tampoco sabe si podrá contar con Dani López y Gabancho, mientras que continúan siendo baja Boris, José Ángel y César.